Los arqueólogos tropiezan en ocasiones con restos que encierran misterios dignos de una novela de intriga. Y un buen ejemplo es el hallazgo realizado en Sudán por un equipo de investigadores de la Universidad McMasters de Canadá.
A orillas del Nilo han descubierto los restos de un monasterio cristiano con unos mil años de antigüedad. Y en ellos han aparecido los restos de 123 monjes.
Pero, lo más sorprendente es que los huesos presentaban marcas que indicaban que habían sido descarnados al poco de morir. Además, varios de ellos habían sido enterrados en posturas realmente extrañas, como el caso de uno cuyas piernas habían sido flexionadas por encima de la cabeza.
¿Qué le sucedió a aquellos monjes? De momento, la suerte que corrieron sigue siendo un misterio, pero hay indicios para pensar que una vez muertos, sus cuerpos pudieron servir para realizar un ritual de canibalismo.
Fuente: Live Science.
Vicente Fernández López