Era una especie de verdad comúnmente aceptada la creencia de que la gente atractiva cobra mejores sueldos que las personas menos agraciadas físicamente. Pero, ahora, un nuevo estudio realizado por Satoshi Kanazawa, investigador de la London School of Economics and Political Science, desmonta dicho mito.
Kanazawa y su equipo analizaron los datos referentes a la evolución de los salarios y a su aspecto físico, de una amplia muestra de trabajadores de distintos estratos sociales de estados Unidos y Canadá, y lo que observaron fue que el atractivo físico no era un factor determinante a la hora de tener un buen sueldo.
Los investigadores comprobaron que cualidades como la inteligencia o tener una personalidad extrovertida y poco neurótica, además de gozar de una buena salud, eran las que más influían para conseguir un buen salario.
El estudio no niega que la belleza física no sea una buena carta de presentación, pero la relega a una segunda categoría por debajo de otros factores.
Fuente: EurekaAlert.
Vicente Fernández López