La mitología cuenta que la morada de los dioses griegos se encontraba en la cima del monte Olimpo. Pero ahora, un equipo de investigadores de la Academia de Ciencias de Rusia, acaba de descubrir la estatua de un dios heleno en el fondo del Mar Negro, en la península de Crimea.
Los arqueólogos han recuperado una cabeza de gran tamaño con una antigüedad aproximada de 2.500 años. Los investigadores creen que pertenecía a alguna deidad, aunque por el momento no han logrado identificar a cuál.
Hay que recordar que la actual Crimea fue colonizada por los antiguos griegos, quienes la bautizaron con el nombre de Táurica y que, por tanto, el legado arqueológico que dejaron es bastante considerable.
Fuente: TASS.
Vicente Fernández López