Alguien afirmó en una ocasión que para los científicos el principio de incertidumbre de Heisenberg es muy frustrante, ya que es la constatación de que no pueden saberlo todo, por mucho que se lo propongan. Peor, ahora, una nueva investigación realizada por especialistas del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), ha revelado que esa incertidumbre puede ser reducida.

Algunas de las tecnologías de última generación como los relojes atómicos o las resonancias magnéticas para explorar el cuerpo humano, se basan en la medición precisa de lo que se conoce como el espín del átomo, también conocido como momento angular intrínseco, y que es la magnitud física referida a la rotación de las partículas.

Pero la medición exacta de esa magnitud estaba limitada por el principio de Heisenberg, que provocaba que dicha medición siempre tuviera algo de inexactitud. Pero, ahora, los investigadores del ICFO han encontrado el método de reducirla.

Y lo han hecho tras descubrir que el espín de un átomo tiene dos ángulos que pueden ser medidos, y no uno solo como hasta ahora se creía. Un hallazgo que les ha servido para crear un nuevo instrumento con el que han sido capaces de monitorizar el ángulo y la amplitud del espin de un átomo, con una precisión muy superior a lo previamente esperado. La incertidumbre seguían existiendo peor en un grado mucho menor

El descubrimiento es realmente importante, ya que abre la puerta a construir instrumentos cada vez más precisos que puedan aplicarse a la detección de ondas gravitacionales o de la actividad cerebral, con resultados nunca vistos antes.

Fuente: ScienceDaily.

Vicente Fernández López