Sobre la personalidad de Alfred Hitchcock se ha escrito y dicho de todo. Que era misógino, fetichista, que le gustaba maltratar a sus actrices, que estaba obsesionado con las rubias platino… Todo ello ha servido para construir la imagen de un genio del cine que, bajo su fachada de artista, escondía una personalidad oculta y atormentada. Pero, ¿es eso realmente cierto?
Ahora, la actriz británica Bárbara Leigh-Hunt, que protagonizó una de sus últimas películas, Frenesí, ha confesado que, al menos el Hitchcock que ella conoció, no encajaba con esa imagen retorcida y siniestra. «Era un hombre atento y amable, con un fondo muy vulnerable. Siempre he creído que lo que realmente buscaba es que le quisieran un poco», ha dicho la actriz.
En Frenesí, Bárbara protagoniza una de las escenas más escabrosas de toda la filmografía de Alfred Hitchcock, en la que es violada y asesinada en primer plano. «Era una secuencia realmente dura para la época», recuerda la actriz. «Pero nunca vi en él una actitud morbosa frente a esa escena. Al contrario, me llegó a decir incluso que si suponía un problema para mí hacerla, podíamos suavizarla. Fui yo quien le animó a seguir adelante».
Lo que ha declarado Bárbara parece encajar con otros datos que se conocen de la vida íntima del gran cineasta. Como que reclamaba de su esposa, Alma Reville, un cariño casi maternal.
Fuente: BBC.
Vicente Fernández López