El Museo Chino de la Escritura, en Anyang necesita ayuda. Un texto con una antigüedad de tres mil años, que perteneció a la dinastía Shang, les tiene desconcertados. Se trata de una serie de cinco mil caracteres grabados en conchas de tortuga y en huesos de animales, de los que ya han logrado descifrar unos tres mil. Pero no logran descubrir el significado del resto.
Por ese motivo, ofrecen una recompensa de 15.000 dólares a quien sea capaz de desvelar el sentido de dichas inscripciones. Y una prima de otros 7.000 a quien desvele el misterio de un pictograma extra, sobre cuya interpretación disputan los más distinguidos especialistas de la institución.
Estas reliquias fueron encontradas en unas excavaciones realizadas en 1920 y se cree, a tenor de lo que ya ha sido descifrado, que se trata de oráculos milenarios. Además, estos huesos oraculares constituyen el testimonio más antiguo conocido de lo que se denomina escritura china arcaica.
Vicente Fernández López