No sabemos si Estados Unidos acabará entrando en guerra con Corea del Norte. Esperemos que no. Pero Donald Trump ya ha declarado oficialmente que ha comenzado a librarse otro conflicto, aunque esta vez dentro de sus propias fronteras. El presidente ha prometido en su primer Discurso sobre el Estado de la Unión, destrucir a la temible banda MS 13, también conocida como Mara Salvatrucha, una de las organizaciones criminales más peligrosas y violentas que operan en el país.

Pero, ¿qué es realmente este grupo delictivo? La Mara Salvatrucha nació a mediados de los 80 en las calles de Los Ángeles, como una organización en la que se agrupaban muchos jóvenes emigrantes salvadoreños. Muchos de ellos tenían un violento historial a sus espaldas. Algunos de ellos habían sido niños soldados en la guerra civil que asoló su país; y otros, habían sido víctimas de la violencia, tanto de la causada por la guerra, como de la provocada por los abusos familiares.

Poco a poco, la banda comenzó a hacerse tristemente popular pos su actos violentos, y muchos de sus integrantes fueron a parar a la prisión de Folson. Un penal dominado por distintas bandas, y en el que para hacerse respetar y gozar de protección, era necesario pertenecer a alguna de ellas. Las más poderosas eran la Hermandad Aria, formada por presos de raza blanca, y los Guerrenos negros, integrada por reclusos afroamericanos. Los presos salvadoreños se integraronen otra liderada por mexicanos, y aquel fue el origen de la Mara Salvatrucha.

Sus miembros se distinguen actualmente por tener sus cuerpos cubiertos de tatuajes y por llevar (generalmente) la cabeza rapada. Respecto al origen de su nombre hay diversas teorías. Una de ellas dice que la denominación de mara proviene de la palabra marabunta, porque sus integrantes serían como hormigas guerreras que lo devoran todo a su paso. Y Salvatrucha derivaría de salvatrucho, un término despectivo que otras comunidades latinas de EE UU usaban para referirse a los salvadoreños.

Los miembros de la MS 13 se dedican al tráfico de drogas, los secuestros express y al crimen por encargo. Además, de por Estados Unidos y Canadá, se han expandido por casi toda latinoamérica, y han dado el salto a Europa, llegando incluso a España.

Se calcula que en Estados Unidos hay unos diez mil mareros, esparcidos por todos los estados. Pero uno de los lugares donde más se han hecho notar ha sido en Long Island, dónde en un breve período de tiempo han cometido 27 asesinatos. Y ha sido ese estallido de violencia el que ha llevado a Donald Trump a dar un puñetazo en la mesa y a tomar medidas para acabar con la MS 13.

Una de las primeras medidas ya la tomó el pasado verano, cuendo envió a su fiscal general Jeff Sessions a El Salvador, para comunicar a su gobierno que cientos de pandilleros serán deportados a su país de origen.

Las autoridades salvadoreñas temen que su país sea el más perjudicado por esta guerra, que supondrá el regreso a su calles de cientos de personas ultraviolentas y con historiales muy peligrosos.

Redacción QUO