Desde Grease, tenemos muchas expectativas en cuanto al sexo que mantendremos durante el verano. Se tiende a pensar que esta época del año invita a lucir nuestro lado más sexy, sensual y ardiente. ¿Lo peor? que pensamos que es algo común en los mortales y, según una nueva investigación, nada más lejos de la realidad.

Es cierto que hay muchas investigaciones que han relacionado la etapa estival con una mayor segregación de andrógenos y estrógenos. La argumentación es que la luz del sol estimula una glándula cerebral conocida como epífisis, cuyas consecuencias son activar la producción de estas hormonas sexuales. Pero, según el nuevo estudio, elaborado por investigadores de la Universidad de Oxford, esta argumentación pierde fuerza cuando se comprueba la tasa de natalidad correspondiente a esta estación. Esta disminuye en primavera, lo que deja claro que hay un descenso de concepción en verano.

Para los científicos, esto demuestra que nuestra libido no aumenta en verano. Más bien lo que se produce es un incremento de nuestras expectativas.

Vía | journals.sagepub.com

Rafael Mingorance