Se trata del primer estudio a gran escala de los consumidores de cocaína y supone un avance en la forma en la que se detectan las sustancias de Clase A (las drogas duras). Los investigadores de la Universidad de Surrey, junto al Instituto Forense de Holanda, se han ayudado por un método conocido como “espectometría de masas” el cual ayuda a detectar el uso de estupefacientes gracias a la huella dactilar sobre papel cromatográfico, que permite separar sustancias que en ella pudiera haber y poder identificarlas posteriormente con químicos.
Cuando una persona ha tomado cocaína, la huella dactilar retiene algunos indicadores químicos que resultan claves, como son la benzoilecgonina y la metilecgonina, y que son reconocibles incluso después de haberse lavado las manos. En el estudio se usaron 239 muestras de huellas dactilares y el equipo tuvo un éxito del 99% en la identificación de consumo de cocaína y solo un 2’5 % de tasa de falsos positivos. A pesar de que actualmente se tardan unos 4 minutos en descubrirlo, se cree que en poco tiempo se pueda reducir el tiempo a los 30 segundos, un proyecto en el que ya están trabajando.
El examen se considera bueno ya que resulta higiénico, no invasivo y no puede ser falsificado. Una tecnología que la policía podría tardar en poner en uso en tan solo una década.
Fuente: IFLScience
Alberto Pascual García