Uno de los grandes enigmas arqueológicos es una misteriosa inscripción con casi 3.000 años de antiguedad que fue descubierta en la mezquita de la aldea turca de Beyköy. Dicha inscripción fue copiada en 1870 por un arqueólogo llamado Georges Perrot, gracias a lo cual ha legado hasta nosotros, porque el original fue destruido por los propios habitantes del lugar.
El texto está escrito en luvita, un lenguaje jeroglífico que muy pocos especialistas son capaces de leer. Pero, ahora, el geoarquelógico Eberhard Zangger asegura que ha descifrado su significado. La inscripción hace referencia al reino de Mira, que habría estado situado en la actual Turquía, y que llegó a dominar Troya.
Y cuenta también que un príncipe troyano llamado Muksus se puso a su servicio y dirigió una expedición naval que conquistó parte del territorio de la actual Israel.
La historia que relata es realmente apasionante. El problema es que, al no disponer de la inscripción original, todo se basa en el análisis de una copia cuya autenticidad es difícil de corroborar.
Vicente Fernández López