El próximo lunes, 2 de marzo, Hamburgo albergará el concierto más grande del mundo. Los acordes de la Sinfonía nº 2 de Johannes Brahms invadirán las calles procedentes de los instrumentos de 100 músicos que los harán sonar desde terrazas de edificios, túneles de metro, estadios o viviendas privadas. Todos ellos bajo la batuta de su directora, Simone Young, que marcará el ritmo a 85 metros de altura: desde la torre de la iglesia de San Miguel.
Sus indicaciones serán retransmitidas por televisión a un monitor situado frente a cada uno de los músicos.
El espectáculo ha sido concebido por la agencia Jung von Matt como campaña de promoción para acercar la orquesta a los habitantes de la ciudad, que disfrutarán de él en directo. El resto del mundo podrá ver un resumen de los momentos estelares unos días más tarde.
Pilar Gil Villar