Isaac Newton era aficionado a pintar en las paredes. William Stukeley, que fue gran amigo del científico, escribió en un diario en 1752 que las paredes de la casa del padre de la ley de la gravedad estaban llenas de dibujos y anotaciones hechas con carbón. Y parece que esa afición le venía desde su infancia.

Ahora, usando una técnica conocida como Imágenes por Transformación de Reflectancia, y que permite descubrir detalles presentes en cualquier superficie que son imperceptibles al ojo humano, investigadores de la Nottingham Trent University han descubierto un antiguo grafiti en una de las paredes de la casa de Whoolsthorpe Manor en la que Newton pasó su infancia. El dibujo en cuestión representa de forma bastante tosca el funcionamiento de un molino de viento.

Se sabe que de niño, Newton estaba fascinado con el funcionamiento de los objetos y que llamó especialmente su atención un molino de viento que existía cerca de la casa familiar, y del que llegó a hacer una réplica de madera. Se piensa ahora, que el dibujo encontrado en la pared pudo ser un boceto para dicha maqueta.

Hay que recordar que en esa misma casa se encuentra el famoso manzano gracias al cual, según cuenta la leyenda, Newton alumbró la ley de la gravedad. La casa familiar del científico recibe al año la vista de más de treinta mil turistas.

Vicente Fernández López