Los dientes de la imagen fueron descubiertos en 1965 durante las excavaciones realizadas en el yacimiento de Les Pradelles, en Francia. Aquel lugar estuvo poblado por neandertales, pero también han aparecido numerosos huesos de animales de aquel período. Por ese motivo, durante mucho tiempo se pensó que estas piezas dentales podían haber pertenecido a ciervos o caballos del Pleistoceno.

Pero un nuevo estudio realizado por el Centro Nacional de Investigación Científica de París ha revelado que en realidad se trata de dientes humanos. Y, además, las pruebas ponen de manifiesto que fueron tragados y posteriormente vomitados por una hiena. Se cree que el animal pudo devorar el rostro de algún neandertal muerto.

No es la primera vez que se produce un descubrimiento similar. En una cueva de Marruecos se encontró una porción de hueso de un homínido que también fue tragada y vomitada por un animal.

Los investigadores han analizado también muchos de los huesos humanos allí encontrados, algunos de los cuales presentan marcas realizadas por otras personas. Eso ha hecho pensar que los habitantes de aquel lugar pudieron practicar el canibalismo o que tal vez descarnasen los huesos de los muertos con alguna intención ritual.

Vicente Fernández López