El ojo de la imagen pertenece a una joven estadounidense que empezó a sentir molestias en el glóbulo ocular izquierdo. Al cabo de varios días, aún no habían cesado, y al mirarse al espejo descubrió horrorizada un pequeño gusano deslizándose por su ojo. Tras acudir a un hospital, los médicos le extirparon nada menos que catorce de esos gusanos, los cuales no medían más de unos pocos milímetros.
Pero lo más curioso de todo es que el parásito pertenece a la variedad Thelazia gulosa, que suele infectar los ojos del ganado pero, que hasta ahora, se pensaba que no afectaba al ser humano. Este es por tanto el primer caso conocido en todo el mundo. Los médicos creen que la joven pudo ser contagiada por moscas mientras montaba a caballo en una zona donde pastaba el ganado.
Eso sí, existen otras variedades de parásitos oculares que sí infectan habitualmente al ser humano, como el Loa loa, conocido como «gusano africano del ojo». Se trata de un nematodo con forma de hilo, que llega a los ojos de las personas a través de las trompas de las moscas.
Vicente Fernández López