Cómo todo el mundo sabe, en España no tenemos la hora que realmente nos correspondería. Seguimos el mismo horario que países europeoscomo Francia a o Alemania, cuando en realidad deberíamos tener la misma hora que Inglaterra o Portugal. Esto ha provocado encendidos debates, debido a que se suele creer que no seguir el huso horario que nos correspondería, afecta a nuestros ritmos de vida. Es decir, que sería la razón de que comiésemos y nos acostásemos más tarde de lo que supuestamente nos correspondería.
Pero, ahora, un nuevo estudio realizado por el profesor José María Martín Olalla de la Facultad de Física de la Universidad de Sevilla, asegura que eso no es así. Según este análisis, se ha sobreestimado la importancia del huso horario, y se ha subestimado la de la latitud.
El investigador explica que el amanecer invernal (el más tardío del año, y mucho más cuanto más al norte) conidiciona hábitos como el despertar, salir de casa o empezar a trabajar, más tempranos cuanto más al sur. A mediodía, el anochecer invernal (el más temprano del año) provoca que el almuerzo tienda a adelantarse en el norte y a retrasarse en el sur.
El anochecer invernal, en cambio, determina el momento de dejar de trabajar, regresar a casa y cenar: siempre más tempranos cuanto más al norte. Finalmente, los hábitos nocturnos, como ver la televisión o irse a la cama, están influenciados por el amanecer del día siguiente. Es decir, que los países más al sur los adelantan anticipándose a un amanecer más próximo.
Pero ocurre que en España, por nuestra latitud, el amanecer es simultáneo al de países como Alemania, Suiza, Francia, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca y Suecia, y se produce más tarde que en otros del sur de Europa como Grecia o Italia. Y con el anochecer ocurre lo mismo.
Por eso, según este estudio, nuestras costumbres serían bastante acordes con los ciclos de luz y oscuridad. De cualquier forma, seguro que este nuevo informe no acaba con este debate.
Fuente: SINC.
Vicente Fernández López