La momificación puede producirse artificialmente o por procesos naturales. Sea como sea, lo cierto es que casi todas las momias presentan diferencias entre ellas. Pero pocas veces se han encontrado alguna tan extraña como esta, que es de color verde. Los restos fueron encontrados en 2005 en un cementerio medieval de la localidad de Nyarlorinc. Los huesos eran tan pequeños y estaban tan mal conservados que, en un principio, se pensó que podían pertenecer a un animal, aunque los análisis posteriores revelaron que eran de un humano, concretamente de un recién nacido fallecido durante el alumbramiento.
Pero, ¿por qué eran de color verde? Lamentablemente, la mano del bebé es lo único que se ha preservado bien de los restos del recién nacido. Y esa ha sido una de las claves que ha permitido a los investigadores de la Universidad de Szeged, en Hungría, resolver el misterio.
Hay que explicar que los restos del recién nacido fueron sepultados junto a varias monedas de cobre, y alguien puso una de ellas en la palma de su mano. Los investigadores han encontrado que los niveles de cobre de la mano son hasta cuatro veces superiores a los de cualquier otra momia conocida.
Eso significa que el cobre se fue infiltrando dentro de la piel de la mano, lo que detuvo la acción de las bacterias que causan la putrefacción, y ayudó a preservarla mucho mejor que el resto del cuerpo.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López