Mary Ward, en 1869. El suceso fue tan luctuoso como extraño a los ojos de un conductor moderno. Ward viajaba en un vehículo propulsado por vapor y se cayó en una curva, el coche le pasó por encima y la mató. En 1896, un automóvil propulsado a gas atropelló a otra mujer, en Londres. La primera persona en morir en un accidente de coche con motor de combustión fue Henry Linfield, quien falleció la Inglaterra de 1898 tras perder el control del vehículo.
Redacción QUO