Un ingeniero llamado Mario Tobia descubrió esta cabeza de piedra durante unas excavaciones realizada en las ruinas de una antigua ciudad judía llamada Abel Beth Maacah. El fragmento, que muestra el rostro de un hombre con barba y pelo oscuro, debió pertenecer a una figura de unos 25 centímetros de tamaño.

La pieza fue encontrada entre las ruinas de un edificio administrativo, lo que ha hecho suponer que debía tratarse de un retrato en piedra de algún personaje ilustre. Probablemente un rey. Pero, ¿cuál? Los análisis revelan que pudo ser fabricada entre los años 900 y 800 antes de Cristo.

Según los investigadores, en ese período Abel Beth Maacah se encontraba muy cerca de las fronteras de tres reinos que controlaorn la ciudad en diversos momentos. Eso reduce la lista de candidatos a tres principales. Y uno de ellos podría ser el rei Acab de Israel, al que se menciona en la Biblia, concretamente en el primer libro de los Reyes.

El relato cuenta que fue un monarca que realizó grandes conquistas, pero que cayó en desgracia al traicionar la ley de Moises por introducir cultos paganos. Algo que hizo por influencia de su esposa llamada Jezabel. Y los otros dos candidatos son Hazael, rey de Aram-Damasco y Ethbaal, soberano de Tiro.

Fuente. LiveScience.

Vicente Fernández López