A principios de este mes os informamos del hallazgo en los alrededores de la ciudad de Alejandría, de un un gigantesco sarcófago fabricado con granito. Estaba enterrado a una profundidad de unos cinco metros, y los primeros exámenes indicaron que pertenecía al periodo ptolemaico, que va desde el 323 al 30 antes de Cristo. Pero lo que más llamaba la atención era su gigantesco tamaño, ya que medía más de tres metros. ¿Quién podía estar enterrado en él?
Se especuló con que el sarcófago podría contener los restos del mismísimo Alejandro Magno. Pero, ahora, los arqueólogos egipcios han procedido a su apertura, y han descubierto que contiene tres esqueletos en lugar de uno. Los primeros exámenes a los restos mortales hallados, han revelado heridas de flecha, por lo que se deduce que son soldados muertos en combate.
[image id=»97529″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Pero, ¿por qué fueron enterrados juntos? Los arqueólogos explican que en el antiguo Egipto era frecuente reutilizar los sarcófagos, sacando los restos más antiguos para meter otros más recientes. Pero lo que no era tan habitual era enterrar a varias personas juntas.
Y, además, el sarcófago está lleno de líquido, y los análisis han revelado que se trata de aguas residuales. ¿Cómo llegaron a su interior? De momento, nadie tiene la respuesta.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López
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