Parece una descabellada comedia negra dirigida por los hermanos Coen o un guión de Alexander MacKendrick, pero ha ocurrido en España, en concreto en Málaga, Madrid y A Coruña. La Guardia Civil ha detenido a varios hombres de diversas nacionalidades que vendían vinos baratos a precio de marcas exclusivas. Compraban un Ribera del Duero por 19 euros, le cambiaban la etiqueta por la de Pingus o Vega Sicilia (los dos mejores vinos de España), rediseñaban el tapón y lo revendían por 1.900 euros

Habría sido el negocio del siglo si no fuera porque un bodeguero de Navalcarnero (Madrid) se percató de que estaban falsificando su marca (Pingus) y lo denunció a las autoridades. Tras una larga investigación iniciada en octubre bajo el nombre de Operación Tag (etiqueta), se descubrió que los defraudadores compraban botellas similares a las que buscaban revender, o de la misma marca pero de cosechas más baratas, como la serie Valbuena 5º de Vega Sicilia, que oscila los cien euros y cuyo envase es muy similar al de categoría superior. El proceso era sencillo: quitaban la etiqueta, serigrafiaban los tapones con una máquina de elaboración casera, pegaban la nueva (previamente falsificada) y la ponían a la venta a través de restaurantes e Internet.

Los beneficios de la organización podrían ascender al millón y medio de euros. Además, uno de los impicados es el dueño del prestigioso restaurante Don Álex de Cerceda, en A Coruña.

La banda había escogido como productos estrella los dos mejores Ribera del Duero: Pingus y Vega Sicilia. Las botellas del primero rondan en el mercado los 1.000 euros, aunque tienen versiones más económicas. Este vino es considerado por los expertos enólogos como uno de los mejores del mundo. Los elabora el danés Peter Sisseck en Valladolid desde los años noventa, y su intenso sabor afrutado es la delicia de los paladares exigentes. ¿Por qué es tan caro? Básicamente, por su personalidad. La selección de las uvas es muy rigurosa, solo se escogen las mejores, y se producen 6.000 botellas. De ahí su precio: se paga la calidad y la exclusividad.

Algo similar ocurre con Vega Sicilia, vino de monarcas producido por la familia Álvarez, quien es enemiga de las cámaras y el marketing y que solo necesita de su prestigio para mantener su imperio. Produce 300.000 botellas al año entre sus diferentes cosechas, por lo que es más barato que Pingus (es difícil que supere los 400 euros), pero eso no impide que siga siendo considerado uno de los diez mejores del planeta.

Sin embargo, aunque estos vinos son los mejores de España, hay otras botellas extranjeras que se venden por precios mucho más elevados. Es el caso del Chateau d’Yquem, que roza los 5.000 euros, o el Chateau Lafite, que supera fácilmente los 10.000 euros.

Redacción QUO