Los investigadores del proyecto SETI estan permanentemente detectando señales, con la esperanza de que alguna de ellas pueda tener su origen en alguna civilización extraterrestre. Pero, ¿cómo se clasifican esas señales? Hasta la fecha existía una escala llamada Río, que pretendía evaluar el impacto que pudiese tener una hipotética señal extraterrestre.

Por ejemplo, una señal detectada en nuestro propio sistema solar, tendría más impacto que otra procedente del otro confín del universo. E, igualmente, el impacto sería mayor en el caso de una señal que nos tuviese como destinatarios de la misma, que en el de otra captada por azar.

El problema de dicha escala, es que solo era aplicable en el caso de que efectivamente se detectase una señal enviada por una civilización extraterrestre. Pero, ahora, investigadores del University of St Andrews Centre for Exoplanet Science, han reelaborado dicha escala, y han creado otra llamada Río 2.0, cuya finalidad es clasificar todas las señales detectadas, en función de su interés y de las posibilidades que tengan de tener efectivamente un origen extraterrestre, una vez se vayan descartando otras posibles causas.

La escala, similar a la de Richter que se usa para clasificar los terremotos, puntua del 0 al 10. Y en ella el 0 sería el equivalente a que la señal carece del más mínimo interés, y el 10 implicaría que los aliens estarían apunto de estrecharnos la mano a modo de saludo.

Por supuesto, el día que una señal alcance dicha puntuación (si es que eso sucede) será un acontecimiento de una trascendencia inimaginable. Pero, mientras eso sucede esta nueva escala puede ayudarnos a hacernos una idea de la importancia de cualquier señal detectada. Así, si las noticias nos dicen que se ha captado una señal clasificada 3 en la escala Río, sabremos que hay pocas posibilidades de que haya sido enviada por seres inteligentes. Mientras que si nos dicen que ha puntuado un 7, sabremos que los astrofísicos se las estarán viendo y deseando para esclarecer su origen.

Fuente: The Guardian.

Vicente Fernández López