La civilización maya fue una de las más poderosas del continente americano antes de la llegada de los europeos. Pero colapsó hace aproximadamente 1.000 años. ¿Cuáles fueron las causas de ese «hundimiento»? Hasta la fecha aún no estaban claras, aunque algunos estudios realizados en la década de 1990 apuntaron a que el clima, y concretamente una prolongada época de sequía, pudo provocar su declive.
Y, ahora, un estudio realizado conjuntamente por equipos de las universidades de Cambridge y Florida, han hallado indicios que reafirman esa teoría. Los investigadores analizaron los isótopos de hidrógeno y oxígeno de moléculas de agua atrapadas en sedimentos que se forman en el fondo de los lagos durante los períodos de sequía. Con ese método intentaron analizar si se habían producido cambios en las precipitaciones de lluvia durante aquel período.
Los resultados indicaron que durante los últimos 400 años de la civilización maya, las lluvias descendieron entre un 41 y un 54%, llegando incluso a un descenso del 70% en algunos años. El resultado fue una terrible y prolongada sequía que golpeó de forma implacable a una civilización en la que la agricultura constituía su pilar básico de subsistencia.
Los mayas no se extinguieron por esta sequía, pero se estima que su población pudo reducirse de forma drástica, y que sus integrantes se fueron dispersando en busca de tierras más fértiles y húmedas. Este estudio no descarta que otros factores (guerras, epidemias…) hayan contribuído también al colapso, pero sitúa a la sequía como uno de los más determinantes.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López