La razón de que esta expresión se extendiese internacionalmente fue una protesta contra el gobierno de Ngo Dinh Diem, que tuvo lugar en Saigón, en 1963. El presidente ultracatólico de Vietnam del Sur encarceló y torturó a miles de activistas, entre los que figuraban jóvenes budistas como el monje Thich Quang Duc, que se roció de un líquido inflamable y se quemó en la calle para protestar contra la persecución. La fotografía del monje meditando, tranquilo, mientras ardía dio la vuelta al mundo.

Redacción QUO