Los icónicos zapatos de lentejuelas rojas que la actriz Judy Garland llevó puestos en la mítica película de “El Mago de Oz” ya han vuelto al lugar de donde desaparecieron hace 13 años, el museo dedicado a la actriz en su ciudad de nacimiento, Grand Rapids (Minnesota). Por el momento, ninguna bruja mala del Oeste ha dado la cara para reconocer el robo, de hecho no se ha dado a conocer quién o quiénes estuvieron detrás de esta desaparición, pero lo increíble es que siguen intactos (más viejos, pero en buenas condiciones).
[image id=»98346″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]En su momento, en 2005, no hubo ningún vídeo de seguridad que revisar ni huellas que dieran con el sospechoso. Así que las pistas con las que se contaban eran muy pocas sobre quién pudo romper la vitrina donde estaban expuestos y llevárselos sin levantar sospecha. Durante años hubo incluso recompensas para dar con ese par de zapatos: hasta 1 millón de dólares llegó a ofrecer un donante anónimo por obtener alguna pista. No fue hasta el verano pasado cuando una persona decidió animarse a contar información sobre cómo llegar al par de zapatos. Los detalles que aportó ayudaron al FBI a dar con ellos y ya están de vuelta. Eso sí, no han pagado finalmente ninguna recompensa por ello.
De momento, la investigación sigue su curso y todavía tratan de dar con el culpable. Por cierto, no es el único par que existe en el mundo. Al menos hay otros 3 en el mundo que se usaron en la película.
¿Por qué son tan importantes estos zapatos?
Es el principal objeto de la película. Los llevaba puestos la Bruja Mala del Este cuando la casa de Dorothy, tras un enorme tornado, cae de forma accidental sobre ella en mitad del reino de Pequeñilandia (Munchkinland). Mientras todos celebran la muerte de la bruja, aparece en escena su hermana, la malvada bruja del Oeste, quien los desea de vuelta. Pero al ir a cogerlos, aparecen de forma mágica en los pies de Dorothy gracias a la ayuda del hada buena del Norte. Con esos zapatos y siguiendo el camino de baldosas amarillas irá en busca del Mago de Oz, para que pueda ayudarle a regresar a casa.
Mientras tanto, la Bruja del Oeste, que no tiene poder sobre ella en el reino, desaparece clamando venganza y tratará de hacerse con ellos durante toda la película. Finalmente y tas numerosas aventuras que os animamos a descubrir (no queremos hacer spoilers), Dorothy quiere volver a casa y serán los mismos zapatos los que le sirvan de ayuda. Tan solo golpeando sus talones 3 veces y repitiendo las palabras mágicas correspondientes “se está mejor en casa que en ningún sitio”.
Y así, ha sido, los zapatos han vuelto a su casa… de donde nunca debieron escapar. Quizás han pasado esta temporada en medio del reino de Oz.
Alberto Pascual García