Investigadores italianos han exhumado una tumba medieval veneciana con los restos de una supuesta vampira.

Entre las mandíbulas de su cráneo ha­bían introducido un ladrillo.

Este ritual era una precaución para evitar que el cadáver exhalara la peste, mortífera plaga que en el medievo se creía que emanaba de la boca de los vampiros muertos.

Redacción QUO