Lo que realmente ocurrió es que el golpe de Franco fragmentó mucho el Ejército.
Mientras la mayoría de los oficiales de Marina y Aire, y muchos de los del Ejército de Tierra, se mantuvieron leales al Gobierno, varios mandos en la Península y África apoyaron la sublevación.
A partir de octubre de 1936, se empezó a organizar un nuevo Ejército republicano (Comisariado General de Guerra).
Y el presidente Juan Negrín (mayo de 1937) fue quien descentralizó y consolidó el Ejército Popular, mezcla de milicias y de militares leales.
Redacción QUO