Lo pegan todo

Los investigadores están buscando espumas con nuevas propiedades. Inflando sustancias adhesivas consiguen espumas que sirven, por ejemplo, para el montaje de puertas y ventanas.

Para comprobar si se dejan afectar por la corrosión, se rocían las muestras de pegamento con una niebla muy especial: es la guerra de la sal contra los materiales.

En un horno especial se comprueba la resistencia al fuego de las espumas adhesivas. Algunas resisten hasta 90 minutos a temperaturas de 1.000ºC.

La pieza soldada (arriba) revienta con el golpe, la unida con pegamento se pliega.

Las piezas de la carcasa de los trenes de alta velocidad, los congeladores de tráilers, los aviones, las turbinas eólicas y los puentes, entre otras cosas, se fabrican uniendo piezas con pegamentos y prescindiendo de soldaduras. El resultado: menos peso y más ahorro en combustible.

Desde el origen del pegamento hasta las 250.000 sustancias adhesivas que existen en nuestros días hemos invertido mucho ejercicio de neuronas y medios de investigación.

El desarrollo de los nuevos pegamentos lleva años. Se someten a numerosas pruebas para demostrar su resistencia a las inclemencias del tiempo y a cualquier tipo de impactos.

En la cámara de cristal se exponen materiales pegados a la acción de un péndulo que los golpea con fuerza.

Este molusco inspira a los investigadores, que intentan imitar las propiedades de los hilos con que se fija a las rocas, las cuerdas y el casco de los barcos. Con ayuda de sus pelos, el mejillón puede adherirse a cualquier superficie.

Este montón de muestras de diversos materiales espera para pasar una prueba al microscopio. Han sido elaboradas en un laboratorio de la empresa alemana Henkel, líder
del sector.

Como casi todos los fabricantes de automóviles, Mercedes Benz utiliza adhesivos para montar sus carrocerías.

Los éxitos decisivos en los adhesivos se cosecharon en el siglos pasado cuando salieron de los laboratorios resinas sintéticas, como las epoxi y las fenólicas, y el poliuretano. Hoy se investigan nuevas fórmulas para aplicar, por ejemplo, a microchips que dejen pasar la electricidad en un solo sentido.

Uno de los principales responsables de la multitud de adhesivos actuales es la empresa alemana Henkel. En sus instalaciones de Düsseldolrf se investiga diversas aplicaciones, desde el bricolage casero a adhesivos para microchips.

Esta máquina intenta desunir dos superficies metálicas pegadas. El resultado ofrecerá indicios sobre el grado de resistencia de su adhesión.