Para fabricar nuevos venenos «se necesita un toque de imaginación artística”, afirma Eric Johnson, bioquímico estadounidense que trabaja creando ¡la ponzoña perfecta! Aunque él lo hace por una buena causa, ya que prepara sustancias letales que sirvan para tratar enfermedades. Su último logro es una droga basada en la bacteria botulínica (el veneno orgánico más letal que existe), que sirve para paliar los síntomas causados por una enfermedad llamada distonia.

El Doctor Johnson cree que el veneno perfecto con fines criminales aún no se ha inventado. ¿Pero cómo debería ser? En su opinión, para cometer asesinatos individuales los venenos bacteriológicos no son prácticos, ya que, por su naturaleza contagiosa, producirían víctimas colaterales que harían saltar la alarma. Por eso, te explicamos lo 6 requisitos que debería cumplir.

Fácil de fabricar

Los isótopos son caros y requieren una gran infraestructura. Lo más sencillo sería crear una toxina a partir de los COPs, contaminantes (como las dioxinas) orgánicos persistentes.

Sin antídoto

Hay tratamientos eficaces contra las dioxinas. Por eso, el sueño de todo envenenador sería poder fusionar su estructura química con la de la ricina, un tóxico sin cura conocida.

Cómoda administración

Que sea incolora, inodora e insípida, como el talio. También tiene que resultar letal de necesidad con solo tomar una dósis mínima: entre un microgramo y un miligramo.

Discreta

Los venenos fulminantes despiertan muchas sospechas. Por eso, lo mejor es una sustancia que actúe como las dioxinas, cuyos efectos letales se manifiestan de forma muy lenta.

Que actúe como un cáncer

El tóxico soñado debería inhibir la apoptosis (la capacidad de autodestruirse) de las células, infectando todo el organismo. La muerte parecería así resultado de una enfermedad.

Que no deje rastro

Como la famosa cicuta y, en general, todos los tóxicos que sean alcaloides de síntesis, cuyos restos desaparecen del organismo 24 horas después de haber sido ingeridos.

Top 10: las sustancias más letales

Compuesto 1080
Sustituye las moléculas de sodio de los sistemas nervioso y cardíaco, y así impide su correcto funcionamiento.

PROCESO DEGENERATIVO: Se sufren taquicardias, vómitos y sangrías intestinales. La agonía es rápida, pero muy dolorosa.

ANTÍDOTO: Aún no se ha descubierto.

Top 10: las sustancias más letales

Amatoxina
Se encuentra en las setas venenosas, como la amanita faloide, y actúa destruyendo el hígado y los riñones.

PROCESO DEGENERATIVO: Los dolores extremos y las hemorragias acaban provocando la muerte del paciente por paro cardíaco a los dos días.

ANTÍDOTO: No se conoce ninguno.

Top 10: las sustancias más letales

Ántrax
Enfermedad provocada por las esporas del Bacillus anthracis. Podemos infectarnos inhalándolas o a través de las heridas de la piel.

PROCESO DEGENERATIVO: Las esporas de ántrax son devoradas por los glóbulos blancos, pero germinan en su interior y los hacen estallar e infectan todo el cuerpo.

ANTÍDOTO: Se está fabricando una vacuna para volver al paciente inmune inyectándole pedazos de ADN de antrax.

Top 10: las sustancias más letales

Toxina botulínica
Producida por la bacteria Clostridium botulinum, esta sustancia inhibe la producción de un neurotransmisor vital, la acetilcolina.

PROCESO DEGENERATIVO: Sin él, el sistema nervioso se colapsa. Se sufre una parálisis progresiva y se muere de asfixia al fallar los músculos del aparato respiratorio.

ANTÍDOTO: Carbón activado por vía oral y hacerle una traqueotomía a la víctima, para que pueda respirar.

Top 10: las sustancias más letales

Cianuro
Es un compuesto químico que destruye las proteínas que regulan el ciclo de Krebs, que es como se llama el proceso de respiración celular.

PROCESO DEGENERATIVO: El ritmo cardíaco se acelera, se sufren convulsiones y cada vez se hace más difícil respirar. Se tarda menos de dos minutos en morir.

ANTÍDOTO: Azul de metileno. Produce un compuesto de proteínas que reemplaza a las destruidas.

Top 10: las sustancias más letales

Estricnina
Destruye los compuestos químicos que regulan las respuestas motoras de los músculos, el llamado “interruptor de apagado muscular”

PROCESO DEGENERATIVO: Los músculos no responden a ningún estímulo y sufren convulsiones dolorosas e incontroladas. La muerte se produce en unas pocas horas.

ANTÍDOTO: No existe ninguno específico.

Top 10: las sustancias más letales

Ricina
Esta toxina, extraída de las semillas de ricino, contamina las proteínas que nutren las células, lo que causa su muerte (apoptosis).

PROCESO DEGENERATIVO: El primer síntoma es una hemorragia intestinal, seguida de diarreras y deshidratación. La lenta agonía puede durar hasta diez días.

ANTÍDOTO: No existe.

Top 10: las sustancias más letales

Gas Sarín
Es un gas que, en solo 10 segundos, ataca al sistema nervioso bloqueando los impulsos neuronales que hacen contraerse a los músculos.

PROCESO DEGENERATIVO: La consecuencia es que el aparato respiratorio se agarrota. En unos  minutos, la víctima entra en coma y muere echando espuma por la boca.

ANTÍDOTO: Atropina, droga que suple la acción de la acetilcolina: reactiva los músculos.

Top 10: las sustancias más letales

Tretrodotoxina
Esta sustancia, que se encuentra en la carne del fugu (el pez globo), impide que las células absorban el sodio que necesitan pa­ra funcionar.

PROCESO DEGENERATIVO: La falta de sodio vuelve a las células insensibles a las órdenes del sistema nervioso. En seis horas, la persona muere tras sufrir una parálisis total.

ANTÍDOTO: No se conoce ninguno.

Top 10: las sustancias más letales

Vapor de mercurio
Este compuesto actúa también como una neurotoxina, sobre el sistema nervioso: daña el cerebro, al que llega por el flujo sanguíneo.

PROCESO DEGENERATIVO: Los daños neurológicos provocan temblores y la caída del pelo. La agonía es muy lenta y puede durar hasta más de una semana.

ANTÍDOTO: Penicilamina, compuesto que absorbe el mercurio del organismo para eliminarlo por la orina.