Esta semana se estrena en los cines españoles Suspiria, el remake del mítico filme de Dario Argento, realizado por Luca Guadagnino. Al igual que el filme original, la nueva versión cuenta una historia de brujería ambientada en una escuela de danza, donde se realizan modernos aquelarres.
Suspiria causó sensación en los festivales de Cannes y Sitges (y también la deserción de algún espectador a causa de sus escenas más fuertes), y está considerada la mejor película de terror de la temporada. Se dice incluso que Tarantino salió de la proyección llorando de emoción, por lo mucho que le había gustado este remake.
Con motivo del estreno, hemos realizado una selección algunas de las mejores películas sobre bujería de la historia del cine.
1 Haxan, la brujería a través de los tiempos (1922)
Esta película muda del danés Benjamin Christensen es realmente inclasificable. Sus impresionantes y bellísimas imágenes recrean las alucinantes creencias sobre brujería que existían en la antigüedad. Inspirándose en un manual de la inquisición alemana, el director recrea toda la iconografía relacionada con el tema, desde sacrificios de bebés, a monjas poseídas, pasando por las brujas volando en sus escobas e imágenes de un aquelarre presidido por la imagen de un aberrante satán.
La ira de dios… Inmejorable título para esta obra maestra del maestro (también danés) Carl T. Dreyer. Un relato sobre la intolerancia y el fanatismo, reflejados en la pesadilla que vive la segunda mujer de un pastor protestante que se enamora de su hijastro.
La escena de la quema de la bruja anciana sigue poniendo los pelos de punta.
3 La máscara del demonio (1960)
Una de la sobras maestras del cine de terror italiano y del terror gótico en general. Basado en un relato del escritor ruso Nicolás Gogol, narra las con secuencias de la maldición que una bruja a punto de ser quemada (la bellísima Barbara Steele) lanza contra los descendientes del hombre que la llevó a la hoguera.
Una de las joyas del cine de terror de todos los tiempos y, probablemente, la obra maestra de su director, Dario Argento. Narrada en un tono casi operístico, relata cómo la alumna de una prestigiosa escuela de danza descubre que sus compañeras y profesoras forman una congregación de brujas.
Suspiria destaca entre muchas cosas por sus estridentes colores, sus sorprendentes ángulos de cámara, su tono casi surrealista y por sus creativas y retorcidas muertes.
Este filme de serie B canadiense es uno de los que más “mal rollo” han causado nunca a quien firma estas líneas. Con un argumento similar a La máscara del demonio, muestra la cruenta venganza de una bruja que regresa del más allá para vengarse de los descendientes de quienes la hicieron quemar.
Su tono sucio y oscuro, y su gore repulsivo, le confieren una atmósfera malsana que parece sacada de la peor de las pesadillas.
Para que se hagan una idea, les diré que me ha costado encontrar una imagen de esta peli que no sea extremadamente desagradable.
Una película tan bella como inquietante. Ambientada en la colonia de Salem (sí, la misma de los juicios), durante el siglo XVII, narra el proceso de conversión en bruja de la hija mayor de una familia desterrada de la comunidad por herejía.
Escenas como la de la vieja bruja embadurnando su escoba con la sangre de un sacrificio o la aparición del macho cabrío son tan sobrecogedoras como hermosas.
7 Me enamoré de una bruja (1958)
Y para terminar con una sonrisa después de tanto sobresalto, nada mejor que esta deliciosa comedia de Richard Quine (que a su vez es un remake de otra dirigida por René Clair en los años 40).
Kim Novak es la sofisticada descendiente de una estirpe de modernas brujas que utiliza sus hechizos para conquistar a James Stewart.
Esta divertida película fue la que inspiró la posterior y famosísima serie de tv Embrujada.