Hoy 14 de marzo se celebra «el día oficial de Pi», y hemos querido festejarlo recopilando una serie de datos sorprendentes, extraños, divertidos y curiosos sobre este número. Si quieres saber más sobre dicha conmemoración, no dejes de leer esto.
Tau, el enemigo de Pi
Igual que todos los grandes héroes tienen un enemigo mortal, el número Pi también tiene el suyo propio: el número Tau. Esta cifra técnicamente equivale a Pi multiplicado por dos, con un valor aproximado de 6,28. Los fans de Tau afirman que esta constante debería remplazar a Pi ya que, según ellos, hace que los cálculos de muchos problemas matemáticos resulten más fáciles. Con todo, los seguidores de esta nueva cifra no niegan la importancia matemática de Pi en la historia, simplemente señalan que no es otra cosa que la mitad de Tau.
Pi (1998)
El director Darren Aranofsky (El luchador, La fuente de la vida…) debutó con este sorprendente thriller matemático filmado en un opresivo blanco y negro. El protagonista es Maximiliam, un especialista en álgebra que cree que la naturaleza puede representarse mediante números. Con ayuda de un judío que le introduce en los secretos de la cábala, Max crea un programa informático que realiza predicciones en base a cálculos matemáticos. Pero el resultado que obtiene es un número de 216 dígitos y lo considera un bug (un error de software). Más tarde, hablando con su mentor, un experto que dedicó su vida profesional a estudiar el número Pi, éste le contará que también obtuvo el mismo número. A partir de ese momento, Max se verá perseguido por diversos grupos, entre ellos unos judíos ultraortodoxos que creen que el número de 216 dígitos esconde el verdadero nombre de Dios.
Cuando Pi valía 4
Aunque parezca mentira, a lo largo de la historia ha habido casos en los que «la verdad científica» ha tratado de imponerse mediante decreto ley. Uno de los más delirantes fue el que protagonizó en 1897 el médico y matemático Edwin J. Goodwin (en la foto), quien aseguraba haber encontrado una demostración científica que probaba nada menos que la cuadratura del círculo. El problema es que para que dicha demostración fuera válida había que cambiar el valor de Pi y que pasara de ser 3,1416… a convertirse en 4. Para ello recurrió a las autoridades del estado de Indiana, consiguiendo el apoyo de éstas para redactar una ley llamada «Proyecto de ley de Pi», en el que se proponía cambiar el valor de dicho número. El proyecto de ley, por increíble que parezca fue remitido a las más altas instituciones y estuvo a punto de ser aprobado hasta que finalmente los legisladores, en un acto de cordura, pidieron el consejo de varios prestigiosos matemáticos que les disuadieron de cometer aquel disparate.
Panic in level 4
Un libro de David Preston, periodista especializado en temas relacionados con pandemias y bioterrrorismo. En él relata historias realmente insólitas. Entre ellas la de un extraño virus que al parecer impelía a quien se contagiaba a cometer autocanibalismo. También hablaba de la búqueda en África de los orígenes del ébola. Pero uno de los capítulos más interesantes era el dedicado a los hermanos David y Gregory Cchudnovsky, dos matemáticos ruso-americanos que construyeron un superordenador para tratar de desentrañar los misterios de Pi.
Contact
En el epílogo de la novela Contact de Carl Sagan, la protagonista, Ellie, trabaja en un programa para encontrar patrones ocultos en los decimales del número Pi. Finalmente encuentra oculto en la representación en base 11 un patrón especial en el que los números dejan de variar de forma aleatoria y comienzan a aparecer unos y ceros en una secuencia. La única forma de ocultar semejante mensaje en Pi es que el propio creador del universo lo hubiera hecho. Por lo que Ellie empieza una nueva búsqueda análoga al SETI en el aparente ruido de los números irracionales. Esta parte de la trama fue omitida en el film realizado sobre la novela.
Pi magufo
El número Pi tampco ha sido ajeno al fenómeno de los crop circles, esas figuras geométricas que cada verano aparecen en los campos maiz de diversos lugares del mundo. El de la foto fue descubierto el 1 de junio de 2008 en inglaterra. Y no tendría nada de anormal respecto a otras figuras parecidas, si no fuera porque el matemático Mike Reed descubrió que cada escalón de la espiral estaba espaciado en múltiplos de 36º. Y el resultado de sumar todos los escalones daba el número Pi. Lo que demuestra que, si lo hicieron los extraterrestres, las matemáticas son iguales en todos los confines del universo, o si realmente lo hizo un ser humano (como seguramente fue), al menos no se trataba de ningún ignorante.
Inspiración surrealista
Payam Montazami es un pintor nacido en Irán. Su obra se ha decantado por la estética y la temática surrealista y en 2001 rindió homenaje al número Pi con este cuadro pintado en su honor.
Pi en la publicidad
En 1998 Givenchy lanzó el perfume masculino Pi, creado por Alberto Morillas. El eslogan de la campaña fue “un poco más lejos que el infinito” y tanto en la caja como en la botella se podía ver representada la letra Pi.
¿Cómo suena Pi?
El productor musical John Michael Blake y un grupo de matemáticos aficionados a la música decidieron ver como podía sonar el número Pi. Y lo hicieron asignándole una nota musical a cada uno de los 31 primeros dígitos de este número. El resultado, que tal vez no pase a los anales de la historia de la música, puedes escucharlo en este vídeo.
Monumentos a Pi
La ciudad de Seatlle en Estados Unidos, fue la primera en albergar, desde 2009, este monumento al número más famoso de todos los tiempos. Es una obra del artista Dan Johnson y está instalada en las proximidades del Museo de Arte de dicha ciudad.
Los colores de Pi
Los informáticos Alexander Yee y Shigeru Kondo, que ya habían roto el récord de los 5 millones de decimales, decidieron dedicar su tiempo en seguir calculando, y todo con la ayuda de un ordenador tan normal como el que cualquiera puede tener en su casa. Según recoge la revista New Scientist, Yee solo tuvo que añadir diez unidades de disco duro a su ordenador de 96 GB de memoria RAM para lograr la nueva hazaña. Pero esta vez, al milagro científico se le suma otro de naturaleza óptica. Los matemáticos asignaron un pixel de color a cada dígito decimal, consiguiendo esta imagen en la que están representados (en maravilloso technicolor) los primeros cuatro millones de dígitos de Pi.
Pi, el número más rockero
John Squire escribió una canción para su grupo The seahorses titulada Something tells to me, que caba con la siguiente estrofa: «What’s the secret of life? It’s 3.14159265, yeah yeah!!«. Igualmente, Kate Bush compuso un tema titulado Pi en el cual se recitan más de veinte dígitos decimales del número. Pero la palma se la llevó Mick Jagger el líder de los Rolling Stones. En 1970, en la película Performance, en la que interpretab a un hippy lodinenses dedicado al tráfico de drogas, rodó una escena en la que, en pleno subidón de sustancias psicotrópicas, trataba de componer de forma totalmente improvisada un tema dedicado al número Pi.
Cortina rasgada (1966)
Una de las últimas películas del maestro Alfred Hitchcock. Una intriga de espionaje en la que Paul Newman es un Premio Nobel de Física que finge pasarse al bando comunista y huye a Berlín Este, aunque su intención es apoderarse de un importante descubrimiento científico que ha hecho el enemigo. Newman cuenta con la ayuda de un grupo de resistentes, una organización secreta que se hace hace llamar con el nombre clave de Pi. De hecho, para contactar entre ellos, traza con el pie en el suelo el símbolo de este número. Lo que ignora el protagonista, es que el agente de la Stasi que le persigue no es ningún ignorante y sabe reconocer inmediatamente el símbolo. Lo que sigue es una de llas escenas más famosas de la historia del cine. Cuando Paul Newman y una de las resistentes tratan de asesinar al agente alemán. Primero apuñalándole, luego, intentando romperle el cuello, y finalmente metiéndole la cabeza en el interior de un horno. Una secuencia de una viollencia casi insoportable con la que Hitchcock trató de demostrar lo difícil que resulta matar a una persona.
Record de decimales
Yanumasa Kanada, matemático de la Universidad de Tokio, obtuvo en 2002 el record (hasta ahora imbatido) en calcular decimales de Pi. Las cifras que obtuvo son tantas que se dice que con ellas se podría llenar un libro de un grosor equivalente a 135 veces el tamaño de la Torre Eiffel. Y se estima que se tardarían unos 40 mil años en recitarlas todas a un ritmo normal.