Un fotógrafo suizo ha decidido poner a prueba la teoría popular de que los perros se parecen a sus dueños. Sebastian Magnani no ha escatimado en medios para lograr su fin. Ha puesto pelucas a los simpáticos amigos de cuatro patas y, por si fuera poco, les ha vestido igual que sus queridos amos. Muestra a las mascotas y sus dueños en el mismo tipo de retrato y… lo cierto es que el parecido es asombroso.

En una serie llamada ‘Underdogs’, Magnani no ha dudado en juntar el frikismo con el arte de la fotografía. Utilizando todas las herramientas de manipulación de imágenes que Photoshop pone a su alcance, el fotógrafo ha puesto la cara de los canes a los cuerpos humanos de sus dueños. Y con gran éxito.

Los objetivos de esta serie, con gran acogida en UK y EEUU, tienen más filosofía de la que aparenta a primera vista. Según asegura el autor, el objetivo de las fotografías era «crear un momento de simbiosis -entre el hombre y la bestia- como si fueran solo uno.» Y añade: «los perros son considerados leales, generosos, nos dan confianza, diversión y son compañeros orgullosos en un mundo en el que estos valores están desapareciendo gradualmente«.