Desde el asesino de Lincoln al célebre O. J. Simpson, os presentamos a siete actores y actrices que se han sentado en el banquillo acusados/as de asesinato. Algunos fueron absueltos en medio de la polémica y otros acabaron con sus huesos en el «trullo».
Claudine Longet
Fue una de las más populares cantantes americanas de los años 60, que inmortalizó con su voz numerosos temas de Henry Mancini y Burt Bacarach, y que tuvo también una efímera carrera cinemtográfica. Siendo su papel más recordado el de la chica que le robaba el corazón a Peter Sellers en la hilarante El guateque.
Era más mona que guapa; dulce, con una preciosa sonrisa y un punto de cursilería. Para que negarlo… Pero su vida fue cualquier cosa menos ñoña.
Tras divorciarse del cantante Andy Williams, con quien tuvo tres hijos, inició un romance con el esquiador Vladimir «Spider» Sabich, famoso en las pistas por sus habilidades deportivas, y fuera de ellas por su alma de playboy.
Harta de sus infidelidades, Claudine estalló en 1971 en Aspen (Colorado), matando a su amante de un disparo. Ella alegó que había sido un accidente, pero la autopsia demostró que el esquiador había sido disparado por la espalda, y que la artista había consumido cocaína la noche del crimen.
Pese a esas y otras pruebas incriminatorias, el jurado se puso de su parte y la absolvió de homicidio, aunque la condenó por imprudencia criminal. Claudine fue condenada tan solo a 30 días de cárcel y al pago de una multa.
Y es que una sonrisa como la suya puede conmover a cualquier jurado. ¿No creen?
Lana Turner
Uno de los sex symbols del cine de los años 40. La inolvidable rubia platino que protagonizó fimes tan míticos como El cartero siemrpe llama dos veces o Los tres mosqueteros. Pero su carrera entró en declive tras la violenta muerte en 1958 de su amante, el gangster Johnny Stompanato.
Según la versión oficial, fue la hija de la actriz, Cheryl Crane, de 14 años, quien en un ataque de ira, y harta de los malos tratos que tanto ella como su madre recibían del gangster, le apuñaló mortalmente en el estómago.
Pero uno de los amigos de Johnny, el mafioso Micky Cohen afirmó que estaba convencido de que Lana había sido la inductora del crimen, y llegó incluso a denunciar a la actriz, aunque la acusación no prosperó legalmente.
Un año después, el cineasta y escritor Kenneth Anger en su libro Holllywood Babilonia, publicó cartas que parecían demostrar que efectivamente la actriz había sido la inductora del asesinato. El misterio sigue abierto.
Matthew Broderick
Fue uno de los iconos juveniles del cine de los 80. El chico que casi desata una hecatombe nuclear con su ordenador en Juegos de guerra, el ladronzuelo de la epopeya medieval Lady Halcón, y el ídolo teen que todo chaval de la época soñaba con ser en Todo en un día.
Su carrera como actor adulto, sin sufrir ningún parón, no ha sido tan sabrosa. En 2008 vivió además su peor pesadilla cuando provocó en Irlanda un accidentre automovilístico, en el que murieron dos mujeres. La acusación decía que Broderick estaba ebrio y solicitaba una pena de cárcel. Fue declarado culpable pero condenado tan solo por neglicencia, con lo cual la pena se limitó a una multa.
Robert Blake
Comenzó su carrera como actor infantil. Él era el niño mexicano que le vendía el billete de lotería premiado a Humphrey Bogart en El Tesoro de Sierra Madre. Posteriormente interpretó a uno de los protagonistas en la adaptación cinematográfica de A sangre fría (1968), la célebre novela de Truman Capote.
Peor la fama le llegó a finales de los años 70, protagonizando la serie Baretta, sobre el policía más sucio y desastrado de la historia de la televisión.
En 2002, Blake fue arrestado acusado de asesinar a su esposa Bonnie. El actor se defendió alegando que su mujer era una estafadora profesional y que muchísima gente deseaba matarla. El jurado le creyó pues fue abusuelto del delito de homicidio. Pero posteriormente, los hijos de la fallecida le interpusieron una demanda civil en la que si fue condenado como «responsable de la muerte». Dicha condena no implicaba pena de cárcel pero si el pago de una elevadísima indemnización a los hijos de su mujer.
James Caan
Howard Hawks, que fue quien le dio uno de sus primeros papeles protagonistas juto a John Wayne y Robert Mitchum en El Dorado (1966) dijo de él que era «un jodido gran actor». Y no le faltaba razón.
Cann es recordado seguramente por su papel de Sonny Corleone, el hijo más violento e impetuoso del capo Don Vito en El padrino (1972). Pero lo cierto es que dicho personaje guarda bastantes paralelismo con su vida real.
El actor siempre ha mantenido estrechas relaciones con la mafia, que le han llevado a los tribunales en alguna ocasión. Y también es conocido por los estallidos de su violento caracter.
Pero en 1992 se enfrentó al momento más tenso de su vida cuando fue detenido por la policía tras arrojar mortalmente a un individuo por la ventana de su apartamenteo neoyorquino. Cann alegó que se trataba de un ladrón al que había sorprendido y que lo arrojó en defensa propia en el transcurso de una pelea. Fue absuelto.
John Wilkes Booth
Pese a llevar desde su infancia trabajando en el teatro, el nombre de Booth jamás habría pasado a la historia de no ser porque él fue quien asesinó a Abraham Lincoln. Curiosamente, su padre, también actor, se llamaba Brutus igual que el asesino de Julio César, lo que tal vez fuera una especie de premonición.
Fanático de la causa confederada, el 14 de abril de 1865, y aprovechando que Lincoln acudió a una representación en el teatro Ford de Washington, el actor logró colarse en el palco presidencial, disparándole mortalmente en la cabeza con un derringer.
Luego, Booth saltó desde el palco al escenario, saludó al público y pronunció la frase: «Sic semper tyrannis» (Así siempre los tiranos), A continuación huyó del escenario del crimen.
El actor falleció días después, víctima de los disparos de uno de los soldados que seguían su rastro.
O. J. Simpson
¿Culpable o inocente? Una pregunta que aún sigue provocando encendidos debates en la sociedad estadounidense.
Simpson fue una atractiva estrella del deporte que tras dejar su carrera como futbolista, probó suerte como actor, logrando una notable popularidad en la gran pantalla gracias a su trabajo en filmes como El coloso en llamas o la saga cómica Agárralo como puedas.
En 1994 fue acusado del doble asesinato de su esposa, Nicole, y su amante. O. J. fue apresado tras una de las persecuciones policiales más mediáticas de la historia. Y su juicio se convirtió igualmente en un show televisivo.
La verdad es que nadie daba un dolar por su pellejo, pero sorprendentemente fue declarado inocente. Un veredicto polémico que suscitó todo tipo de críticas, entre ellas la de que Simpson había sido absuelto gracias a que el jurado estaba formado mayoritariamente por afroamericanos.
Puede ser que eso influyera, pero la verdad es que los analistas que han estudiado el caso afirman que su imputación estuvo llena de irregularidasdes y de fallos en el procedimiento, que facilitaron la salida en libertad del actor.