Acaba de salir a la luz el informe forense de los restos humanos encontrados en 2006 en una fosa común en Alemania. Las pruebas realizadas demuestran que se trata del resultado de una matanza colectiva que tuvo lugar en el Neolítico. Lamentablemente, desde entonces, no han faltado sucesos similares. Peores, incluso. En esta galería repasamos algunas de las carnicerías más tristemente célebres de la historia.
Matanza neolítica
Las pruebas realizadas a los restos humanos encontrados en una fosa común cerca de la localidad alemana de Schöneck-Kilianstädten, demuestran que fue el fruto de una matanza colectiva que tuvo lugar hace siete mil años, aproximadamente.
En la fosa han aparecido restos de unas veintiséis personas, entre ellas varios niños, con evidencias de haber sido torturados y asesinados violentamente.
Es la tercera fosa común del Neolítico que aparece en suelo alemán y austriaco, lo que viene a corroborar que aquél fue un período histórico extremadamente violento en aquella zona de Europa.
Katyn (1940)
Ocho mil oficiales polacos fueron ejecutados por los soviéticos por órdenes de Stalin, en el bosque de Katyn. Fueron los alemanes quienes descubrieron las fosas comunes con miles de cadáveres en 1943. Durante años, la propaganda soviética trató de echarle la culpa a los nazis pero, al acabar la II Guerra Mundial, salieron a la luz los documentos que demostraban la culpabilidad directa del gobierno de Moscú.
Mÿ Lai (1968)
El espantoso suceso que provocó el rechazo masivo de la sociedad americana a la guerra de Vietnam.
El 16 de marzo, un pelotón estadounidense mandado por el teniente William Laws Calley, llegó a la aldea de Mÿ Lai en busca de guerrilleros del vietcong. Durante cuatro horas, los soldados violaron a las mujeres y las niñas, mataron el ganado y prendieron fuego a las casas hasta dejar el poblado arrasado por completo. Para terminar, reunieron a los supervivientes en una acequia.
Calley dordenó a sus hombres que mataran a todos los habitantes de la zona (incluídos ancianos, mujeres y niños). No se sabe la cifra exacta de asesinados, pero se estima que debió estar entre 347 y 504.
Calley fue sometido a consejo de guerra y condenado a tres años de prisión, pero acabó siendo indultado por el presidente Nixon.
Las Fosas Ardeatinas (1944)
Durante la ocupación de Roma por los nazis, un grupo partisano cometió un atentado contra milicianos italianos que colaboraban con los alemanes, matando a vientiocho de ellos.
Hitler ordenó una represalia cruel, exigiendo que se ejecutara a diez italianos por cada muerto. Finalmente, la lista de reos ascendió a 355. Muchos de ellos eran presos comunes sacados de las cárceles romanas. También había judíos y un sacerdote católico que pidió ser ejecutado en lugar de uno de los condenados.
Los reos fueron conducidos a las Fosas Ardeatinas, unas minas abandonadas que se encontraban en las afueras de Roma, y fueron ejecutados de cinco en cinco.
La gran película de Roberto Rossellini Roma, ciudad abierta, recrea este trágico episodio.
La noche de San Bartolomé (1572)
También conocida como la matanza de los hugonotes. Se produjo en París, la noche del 23 al 24 de agosto, de 1572, y es un ejemplo de la crudeza que alcanzaron los enfrentamientos religiosos entre católicos y protestantes en aquella época.
El rey Enrique IX de Francia (católico) influído por su madre, la intrigante Catalina de Médicis, dió orden de masacrar a los hugonotes, protestantes franceses a los que cosnideraba un peligro para la estabilidad de la corona.
La matanza comenzó cuando las campanas de la iglesia de San Germán-Auxerrois, parroquia de los reyes de Francia, tocó a maitines. De inmediato, los nobles protestantes fueron expulsados del palacio del Louvre y masacrados en las calles, a la vez que el populacho empezó a perseguir a los protestantes por toda la ciudad.
El número de víctimas no está claro, y se estima (según la fuente que se consulte) que fueron asesinadas entre cinco mil y diez mil personas.
Nankíng (1937)
Probablemente, la mayor y más cruel de todas las matanzas que los japoneses cometieron durante la II Guerra Mundial. Se calcula que tras la caída de la que entonces era la capital de China, las tropas niponas masacraron a lo largo de una semana a 300 mil soldados y civiles que habían caído prisioneros. Además, miles de mujeres fueron obligadas a prostituirse para las tropas japonesas.
Gandamak (1842)
En noviembre de ese año, las tropas británicas que ocupaban Afganistán se vieron obligadas a evacuar Kabul por una violenta revuelta. Solo dejaron en la ciudad a los heridos, dado que el líder rebelde Akbar Khan, había garantizado su seguridad. Pero, en cuanto el grueso de las tropas abandonó el lugar, fueron asesinados.
El resto del ejército británico fue emboscado y masacrado en el paso de Gandamak. Se calcula que murieron unos 4.500 hombres. Las mujeres inglesas fueron tomadas como rehenes para pedir un rescate. Pero los soldados indios y su familias fueron asesinados sin piedad, ya que los afganos no consideraban que tuvieran ningún valor.
Sand Creek (1864)
La mayor masacre que se produjo en Estados Unidos contra los nativos americanos. El 29 de noviembre de aquel año, el 1º de Voluntarios de Colorado, un regimiento formado por civiles, no por soldados de caballería, y mandado por un revendo calvinista llamado John Chivington, atacó el poblado del jefe cheyenne Black Kettle.
En la aldea vivían unos doscientos indígenas, la mayoría de ellos mujeres y niños, que fueron masacrados sin piedad. Además, sus cadáveres fueron mutilados.
Dos oficiales de la columna, horrorizados por la masacre, denunciaron los hechos con ayuda del célebre explorador Kit Carson. Las autoridades de Washington se vieron obligadas a tomar cartas en el asunto y Chivington fue arrestado y procesado.
Srebrenica (1995)
Fue la matanza de ocho mil personas de la etnia bosnia cometida por las tropas serbias. En el momento de la masacre, las víctimas se encontraban acampadas en las proximidades de una base de los cascos azules holandeses. Pero las tropas internacionales recibieron órdenes de no intervenir, y los 400 soldados holandeses se convirtieron en mudos testigos de la mayor masacre de la guerra en la antigua Yugoslavia.
Tesalónica (390)
Fue una matanza ordenada por el emperador romano Teodosio contra la población de la ciudad griega de Tesalónica, para castigarla por la muerte del gobernador Buterico en un tumulto.
El emperador ordenó masacrar a la población cuando estuviera reunida en el circo. Pero, aunque al final se arrepintió, su mensaje revocando la orden llegó tarde, y la guardia pretoriana romana asesinó a unas siete mil personas congregadas en el anfiteatro.