Los cines ya no son lo que eran. Cada vez son más las grandes salas de antaño que cierran para reconvertirse en locales una multinacional de ropa o, en el mejor de los casos, en un complejo de multisalas. Pero aún quedan en el mundo algunas salas a las que merec ela pena acudir por su comodidad y las dimensiones de la pantalla.
Pero, en esta galería vamos a hablar de cines que llaman la atención por características realmente insólitas. Salas improvisadas que convierten la experiencia de ir a ellas en un acto interesante de por sí, más allá de que nos guste lo no a película que se proyecta.
Se encuentra en la localidad de Skopje, en Macedonia, y originalmente fue un teatro dedicado al music hall que se inauguró en 1889. De aspecot monumental, destaca porque carece de techo y permite ver películas en un entorno realmente incomparable.
Situado en el distrito londinense de Notting Hill está considerado el cine más antiguo de Inglaterra. Destaca por su decoración retro, ya que se ha conservado con su apariencia original, y por esas lámparas de mesa que iluminan el patio de butacas.
Está en croacia y se trata de un antiguo circo romano, construído alrededor del año 20 antes de Cristo. Se le considera el sexto anfiteatro de su clase más grande del mundo y, la verdad, no se me ocurre un lugar mejor para poder disfrutar del Espartaco de Stanley Kubrick y Kirk Douglas.
Todos los años, en la temporada de verano se instala una sala de cine en este bellísimo emplazamiento natural. Es el lugar idóneo para disfrutar de un buen western.
En París. Carece de una sede fija y va buscando los lugares más insólitos para realizar sus proyecciones. Permite a los espectadores la posibilidad de disfrutar de experiencias tan insólitas como ver Titanic, en un estanque con botes salvavidas, o visionar un filme tumbado en una cama.