Mark Suckerberg lo tiene todo para ser un modelo de éxito: un joven ambicioso pero comprometido, que no duda en donar parte de su fortuna para mejorar el bienestar de la próxima generación; un empresario de carácter emprendedor, que ha moldeado el gigante tecnológico Facebook; un visionario que ha sabido estar en el lugar adecuado y en el momento justo. Todos los padres quisieran tener un Mark Zuckerberg en la familia y no saben cómo. Pero cuentan con la ayuda de su padre, Edward Zuckerberg, quien hace ya tiempo que compartió sus calves educativas a través de una radio local norteamericana.

Emprender, después de haber comido

No fue por desmerecer las experiencias de personas que llegaron a la cima desde la más absoluta pobreza, pero un vecino de un barrio judío de Nueva York, como Zuckerberg padre, suele pensar de una manera más pragmática. Él mismo lo admite. Su idea es que los niños serán más proclives a tomar riesgos si tienen todas sus necesidades bien cubiertas.

Trabajarán como tú lo hagas

El padre del genial Zuckerberg es dentista. Su madre, una psiquiatra que trabajaba como secretaria en la consulta. La labor de equipo por el bien común de la familia, y la experiencia de llevar un negocio, fueron experiencias asimiladas con éxito por su hijo. Creció en el negocio, y en contacto con la tecnología. “Hay ventajas en la exposición temprana la los ordenadores, seguro que eso enriqueció el interés de Mark”, opina.

Su interés no siempre es el tuyo

“Reconoce los puntos fuertes de tu hijo y apóyalos, comprométete con el desarrollo de las cosas que le apasionan”, explica Edward Zuckerberg. Por ejemplo, a Mark Zuckerberg no le presionaron porque se aburriese con los deberes, según la versión de su padre. En vez de eso, le dejaron trastear con una versión primitiva de mensajería instantánea que la familia tenía en su consulta de dentista. Así creó lo que llamaron la ZuckNet.

Jugar y jugar… hasta el limite

“Hay un lugar para el trabajo y un lugar para el juego”, recuerda el padre del emprendedor Zuckerberg. Jugar es un aspecto fundamental en el desarrollo de los críos, pero los límites que les marcas no son cosa de broma. Si dejas claro tu malestar sobre las malas conductas en las primeras etapas de la vida es frecuente que de mayores sepan comprender dónde está el límite.

Conciliar es poder

Como el matrimonio que educó al dueño de Facebook tenía su propia empresa, y la oficina estaba en su casa, la madre pudo tener vidas hogareña y profesional completas. Pero el padre del portento empresarial americano advierte de que no hay garantía de la situación funcione siempre. “Mi mujer era una supermujer”, recuerda. Y no todos podemos ser superpadres… ¡Pero podemos intentarlo!