La historia del fotógrafo Jakub Polomski es realmente curiosa. Las imágenes que aquí os mostramos tienen, según sus propias palabras, una madre y un padre: «La madre es mi pasión por la belleza de las grandes montañas, y el padre es el miedo que me inspiran las alturas».
Jakub reconoce que el suyo es un caso absurdo. «Casi tanto como si a un vegetariano le diera por trabajar en un matadero», explica. Pero ha sido precisamente ese miedo el que le ha servido de estímulo para superarse a sí mismo, y sacar algunas de las más impresionantes fotos de alta montaña que se han visto en mucho tiempo.
Fotos: Cortesía Jakub Polomski.