El surf era la pasión de Pierre Carreau. Hasta que hace diez años sufrió un trágico accidente de aviación en medio del océano. Él logró sobrevivir, pero el piloto del aparato no tuvo tanta fortuna. Aquella experiencia tan dramática le pasó una terrible factura emocional. El resultado ha sido que nunca más ha podido volver a subirse a una tabla de surf.
Pero Pierre ha renacido. Y lo ha hecho como fotógrafo, retratando las olas del mar. Pero, haciéndolo de una forma tan sugerente que sus magníficas fotos no se parecen a ningunas otras. El artista no pretende fotografiar las olas que resultan más idóneas para surfear, sino tratar de reflejar lo que hay de mágico y onírico en ellas. Sus fotos parecen sacadas de un sueño; de uno muy relajante. Y nos enseñan a mirar al mar de otra manera. Con respeto pero también con rendida fascinación.
Fotos publicadas por cortesía de Pierre Carreau.
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