Se acaba de presentar un informe titulado Global Catastrophic Risks 2016, que enumera cuales son los sucesos catastróficos que podrían suceder en los próximos años, poniendo en peligro la supervivencia de nuestra especie. El informe distingue entre aquellos peligros que pueden materializarse en un plazo muy corto de tiempo (en unos cinco años), y otros que sucederían a más largo plazo.
Por supuesto, esto no quiere decir que ninguno de ellos vaya a suceder de forma inevitable. Pero sí, que la posibilidad de que se produzcan existe. Y, en algunos casos, es bastante elevada. ¿Queréis saber cuáles son esas amenazas a las que nos enfrentamos?
Fuente: Global Catastrophic Risks 2016
La subida del nivel del mar, el aumento de las temperaturas, y otros fenómenos indeseados provocados por el cambio climático, son una de las mayores amenazas a las que se enfrenta el planeta. Aunque, según el informe, este riesgo se materializaría a largo plazo.
Una supererupción volcánica
Si se produjera la erupción de un supervolcán como el que late debajo del Parque Yellowstone, las consecuencias serían devastadoras.
Lo tranquilizador es que el estudio asegura que esta amenaza (aunque factible) es de las menos probables y, además, se produciría a muy largo plazo.
La revolución de las máquinas
Aunque parezca de ciencia ficción, el temor a que la Inteligencia Artificial se rebele contra nosostros debe ser tomado en serio. Al menos, según este informe, que lo sitúa entre los peligros más factibles. Eso sí, para un plazo muy superior a cinco años.
Que un virus como el ébola se extienda por el planeta provocando una gran mortandad, es uno de los peligros que sí podrían darse en el plazo de los próximos cinco años.
El terrorismo global ha hecho que el temor a una guerra atómica renazca después de haber pasado a un segundo plano. Los autores del estudio vuelven a situar esta amenaza en primer plano, y advierten de que existen posibilidades de que se haga real en un plazo relativamente cercano.
El impacto de un asteroide
Esta catástrofe que podrían exterminar a nuestra raza no es descartable, aunque las posibilidades de que suceda son bastante remotas. Al menos, no parece que haya ningún cuepro celeste que vaya chocar con nuestro planeta en las próximas décadas.
