Se suele decir que a este paso van a acabar cobrándonos hasta por respirar. Todo se andará. Pero, actualmente, en el mundo están vigentes algunos impuestos que suenan, cuando menos, disparatados. Estos son algunos de ellos. Eso sí, afortunadamente, en España no tenemos que pagar ninguno. De momento.

A los bollos cortados en rebanadas

El bagel es un bollo de origen hebreo, que se cocina con harina de trigo y que tiene un característico agujero en el centro. Es muy típico de la ciudad de Nueva York.

 Curiosamente, el consumo de este bollo lleva aparejado el pago de una tasa especial si se consume cortado en rebanadas ( o sin cortar) en alguna cafetería.

 Por eso, lo más económico es comprarlo entero en la tienda y cortarlo y comértelo en tu casa.

 

Fuente: New York Times.

 

 

 

 

A los tatuajes

En el estado de Arkansas hay que pagar una tasa por hacerse un tatuaje. Lo curioso es que no lo paga el tatuardor, que sería lo lógico dado que es una actividad comercial.

Quien lo paga es el cliente.

A los runners

La ciudad de Stoke Gifford en Gran Bretaña, ha comenzado este año a cobrar una libra extra a cada runner por participar en las carreras populares. Y otra mas (al mes) por el uso de los parques de la localidad.

Por ser guapo

Este aún no lo han aprobado pero, en 2012, el economista nipón Takuro Morinaga propuso la creación de un impuesto para la gente bella. ¿Su argumento? Que los guapos y las guapas tienen mejores oportunidades para todo en la vida, así que deberían pagar por ese privilegio.

Al nombre de tu hijo

En Suecia, desde 1982, los padres que quieran ponerle un nombre raro a su hijo (del estilo de Ikea), tienen que pagar un impuesto de 700 euros.

 Algunos podrían considerarlo una multa, pero no es así. Multa es una sanción por hacer algo que está prohibido. Y esto, está permitido, previo pago, eso sí, de la elevada tasa.