Ya está disponible online prácticamente toda la historia de la CIA. La agencia de inteligencia estadounidense acaba de facilitar el acceso público a unos 93.000 documentos (que ocupan casi doce millones de páginas), que repasan todas sus misiones y proyectos. Los documentos ya estaban desclasificados pero, hasta ahora, solo se podía consultarlos visitando físicamente los archivos de la agencia en Maryland.

Pero, a partir de este momento, cualquier persona podrá acceder a ellos a través de la herramienta digital que han creado para poder estudiar sus informes y documentos.

Entre los miles de archivos disponibles llaman la atención aquellos que se refieren al fenómeno OVNI y a las investigaciones paranormales. y también destacan los que revelan los operaciones más sucias y oscuras de la agencia de espionaje. Porque, tal y como afirman los responsables de la misma, no se ha hurtado nada al público: ni lo bueno, ni lo malo ni lo peor.

Solo faltan los documentos posteriores a 1995, por razones obvias de seguridad.

¿La CIA creía en los OVNIS?

Pues hubo un momento en el que casi podría decirse que sí. Entre los informes revelados hay cinco correspondientes a supuestos avistamientos de platillos volantes ocurridos en 1952 en Alemania Oriental y en varios lugares de África.

Los autores de los mismos afirmaban que no había explicación lógica para esos casos y sugerían la posibilidad de valorar que realmente nuestro planeta estuviese siendo visitado por seres de otros mundos.

 

Pero, una de cal y otra arena, ya que abundan informes posteriores sobre otros avistamientos en los que la CIA ya se muestra claramente excéptica respecto a este fenómeno.

La Operación Condor

Entre las páginas más oscuras de la historia de la agencia figura la llamada Operación Condor. Un proyecto en el que, entre 1970 y 1980, prestó su colaboración a varias dictaduras latinoamericanas para espiar y detener a activistas defensores de los derechos humanos.

En el marco de esta operación también se engloba la ayuda que la CIA prestó al general Pinochet en su golpe de estado contra el gobierno de Salvador Allende.

 

Operación Oro

Entre los documentos también existen muchos relativos a operaciones que revelan el ingenio de la agencia. Uno de ellos es el que se refiere a la Operación Oro, el proyecto puesto en marcha en 1955 para interceptar las comunicaciones soviéticas en Berlín Este.

 

Los agentes estadounidenses construyeron un túnel de más de 450 metros para interceptar los cables telefónicos que les interesaban. Los rusos tardaron once meses en descubrirlo, durante los cuales los americanos llegaron grabar más de un millón de conversaciones de los soviéticos.

El siniestro Proyecto MK Ultra

Probablemente una de las páginas más terroríficas de la historia de la agencia sea la que se refiere a este proyecto para el control mental. Los investigadores buscaban probar nuevas sustancias químicas y biológicas que facilitaran dominar la mente y el cuerpo de cualquier sujeto de cara a los interrogatorios. Por eso, entre 1953 y 1970, se realizaron varios centenares de ensayos clínicos ilegales con pacientes de clínicas estadounidenses y canadienses, sin que estos lo supieran.

Investigaciones sobre poderes paranormales

 

En 1970 se supo que los soviéticos estaban investigando en el campo de los llamados fenómenos psíquicos, así que la agencia puso en marcha su propio proyecto. Con el nombre de Operación Stargate, desde 1975 hasta 1984 se investigó especialmente a personas con supuestas habilidades para leer la mente o de clarividencia (para poder ver a distancia). El proyecto se clausuró por la falta de resultados positivos.

Uri Geller, ¿un farsante?

En el curso de sus investigaciones sobre los poderes psíquicos, en 1980 la CIA realizó una serie de tests en la Universidad de Standford para tratar de comprobar si los poderes de Uri Geller eran auténticos o si se trataba de un farsante.

Lo cierto es que la conclusión no fue definitiva en ninguno de los dos sentidos, y los informes admiten que Uri Gller podría realmente tener poderes aunque no es posible demostrarlo de forma evidente.