Ha fallecido a los 79 años de edad, en una prisión-hospital, Ian Brady, uno de los asesinos en serie más odiados por la opinión pública de Gran Bretaña. En los años 60 mató a cinco niños y adolescentes, con la ayuda de su pareja, Myra Hindley. Fue arrestado en 1966, pero hasta 1985 no reconoció su culpabilidad.
Con todo, Brady no ha sido el mayor criminal (en cuanto a número de víctimas) de Inglaterra. En esta galería hemos recopilado a los que están considerados los mayores asesinos de varios países, entre ellos España.
El mayor asesino en serie de la historia del país vecino data del siglo XV. Fue un noble que formó incluso parte del ejército de Juana de Arco. Posteriormente, se descubrió que en su castillo estaban enterrados los restos de más de un centenar de niños a los que torturó y asesinó. Las fuentes de la época le hacen responsable de la desaparición de casi mil menores en ocho años, aunque la cifra parece muy exagerada. Fue condenado a la horca. Su historia inspiró el mito de Barba Azul.
Apodado el carnicero de Rostov, asesinó y mutiló a 52 mujeres y niños entre 1978 y 1990. Fue detenido por el KGB en 1992 y ejecutado dos años más tarde.
Manuel Delgado Villegas, apodado el Arropiero (porque de joven ayudó a su padre a vender arrope) está considerado el mayor asesino en serie de nuestra historia. Tras pasar por la legión, se convirtió en vagabundo, y se le acusó de matar a 22 personas entre 1964 y 1971, aunque solo se pudieron probar siete de las muertes. Estuvo en prisión hasta que en 1998, estando ya gravemente enfermo, se le concedió la libertad. Falleció poco después.
A finales de los años 90, torturó y asesinó a 23 jóvenes, a los que conocía en cibercafés. Los cadáveres fueron enterrados en el patio de su vivienda.
El asesino en serie más célebre de todos los tiempos. Este campesino de Wisconsin fue arrestado en 1957, acusado de más de una decena de asesinatos, aunque solo pudieron probarse dos de las muertes. Lo que si se demostró es que había profanado varias decenas de tumbas, y usado los huesos de los cadáveres para fabricar muebles, ceniceros. También se fabricó un vestido con la piel de varios cadáveres.
Practicaba la necrofilia y confesó que había llegado a comer la carne de una de sus víctimas. Fue declarado enfermo mental y su caso inspiró películas como Psicosis y El silencio de los corderos.
Jack el destripador es, sin duda, el asesino más emblemático de Gran Bretaña. Pero en lo que anúmero de muertes se refiere, el primer puesto le correspondería a este médico, apodado el Doctor Muerte.
Fue acusado de matar en los años 90 a más de doscientos pacientes, inyectándoles dosis letales de morfina, pero solo se probó su culpabilidad en quince de las muertes.
Su detención fue posible tras descubrir que había manipulado el testamento de su última víctima, para quedarse con su herencia.
Falleció en prsisión en 2004.