La imagen superior recoge un variopinto conjunto de amuletos, gemas y otros pequeños objetos encontrados en las excavaciones del yacimiento arqueológico de Pompeya, en Italia. La hipótesis aceptada es que son objetos de una mujer, que pudieron servir para protegerla de la mala suerte. Pero… ¿y si en realidad son juguetes?
Hay un chiste de arqueólogos: «si encuentras algo que no sabes explicar, es un objeto usado en un ritual». El chiste, según el estudio de dos arqueólogas australianas, ha tenido más peso del que debería.
Las arqueólogas Michelle Langley y Mirani Litster han estudiado el juego de los niños de tribus recientes de cazadores-recolectores y concluyen que muchas de las figuras que tradicionalmente se han asociado a rituales en sociedades prehistóricas son en realidad juguetes infantiles. Su estudio se publicó en Current Anthropology
Su hipótesis cambia la mirada de muchos de los objetos encontrados en yacimientos. La prehistoria ha de escribirse mirando que los niños existían, jugaban, y sus juguetes han llegado hasta nosotros.
Miniaturas de animales
El estudio de Langlwy y Litster mostró que los niños juegan con versiones en miniatura de herramientas de los mayores, como pequeños arcos y utensilios de caza, también, con animales en miniatura.
Hay huellas dactilares de tamaño infantil en los objetos, lo que demuestra que al menos las hacían
Uniendo ramitas
De forma similar, los arqueólogos desenterraron figuras de animales hechas con ramitas partidas, dispersas en sitios de aproximadamente 2.000 años de antigüedad en el suroeste de los EE.UU. Originalmente se pensó que eran para rituales de caza, pero más tarde se consideraron posibles juguetes después de que se descubrieran tres, parecidos a dos ciervos y un pato, en un entierro infantil de la época.
Probablemente el ejemplo más convincente se refiere a las figurillas y vasijas de arcilla de animales de unos 800 años de antigüedad de los sitios de los nativos americanos en la actual Arizona. En la década de 1990, la arqueóloga del Colegio Grinnell, Kathryn Kamp, identificó muchas huellas dactilares de tamaño infantil impresas en los <objetos, lo que demuestra que los niños al menos las hacían.
Un rueda con dos cuentos
Los rondeles son discos planos de entre 1 y 2 pulgadas de diámetro. Hechos de hueso, piedra o marfil, muchos rondeles tienen un pequeño agujero y una imagen grabada de animales o formas abstractas. Un tipo de artefacto encontrado en asentamientos de Europa Occidental que data del período Magdaleniense, hace 11.000 a 18.000 años, durante la fase más fría de la última Edad de Hielo. En un estudio de Antigüedad de 2010 , los investigadores propusieron que los artículos funcionaban como taumatropos, también llamados Maravillas giratorias. Estos juguetes, populares en el siglo XIX, comprendían discos de madera decorados a ambos lados con imágenes y adheridos a cuerdas. Al tirar de las cuerdas, el disco giraba rápidamente y las imágenes se veían borrosas y animadas, como un libro animado.
Un herramienta como la de los adultos
Este es el caso de otro objeto magdaleniense del yacimiento de Isturitz. Está tallado en cuerno y tiene 10 centímetros de largo, con un agujero lateral y las extremidades talladas. Es similar a los batôns percés, herramientas que probablemente sirvieron para enderezar astas de lanza o para fabricar correas de cuero. Pero los demás batôns percés que se han encontrado son el doble de grandes que este. Langley cree que también fue un juguete que imitaba un utensilio de un adulto.
Un perrito cordobés
Se trata de un perrito en miniatura entre los ss.X-XI procedente de los arrabales de poniente de Córdoba. #CordobaEsp . Viene a ilustrar como el juego formaba parte de la vida cotidiana de los más pequeños.