La 32ª edición del festival de fotoperiodismo Visa pour l’Image en Perpignan abre sus puertas, físicas y virtuales, del 29 de agosto al 13 de septiembre. Una edición afectada por la crisis del coronavirus que trata de mantener a flote una de las profesiones más arriesgadas y necesarias del mundo contemporáneo

Independientes, autónomos, sujetos a las órdenes de los periódicos, los fotoperiodistas luchan por ejercer su profesión, a menudo bajo su propio riesgo. Para cualquier forma de poder, una cámara de fotos es un arma mucho más peligrosa que un tanque.

“¿Quién ha oído hablar de Sudán del Sur o Chechenia en los últimos meses?” Sin el fotoperiodismo, el mundo se queda ciego

“Esta edición es aún más importante con la crisis mundial del coronavirus. El fotoperiodismo está cada vez más amenazado, nadie ha podido viajar, las situaciones de guerra no están cubiertas. Los fotógrafos están en una gran precariedad, sin encargos de periódicos», comenta Jean-François Leroy fundador del prestigioso festival y añade: “¿Quién ha oído hablar de Sudán del Sur o Chechenia en los últimos meses?”. Sin fotoperiodismo, el mundo se queda ciego.

Los fotoperiodistas son nuestros ojos bajo la tapa de los peores estercoleros del mundo. Sin ellos, la mayor parte de los conflictos estarían silenciados. Cada uno tenemos en la cabeza imágenes que han escrito la historia, son muchas, miles: El hombre de pie frente a una columna de tanques Tipo 59 durante las protestas de la plaza de Tiananmén; la última foto del presidente electo de Chile, Salvador Allende, antes de ser asesinado (1973);  la niña desnuda escapando del napalm en Vietnam… Son infinitas las fotos que sirven para argumentar por qué el fotoperiodismo es un «alimento de primera necesidad».

Festivales como Visa pour l’Image tratan de mantener el fotoperiodismo a flote, en un momento en que las fronteras están cerradas, y nadie paga por llevar una cámara a territorio hostil.

Estas son algunas de las fotografías que se expondrán en el festival y las historias que cuentan

Ojo por ojo

Manifestantes en Hong Kong, cubriéndose el ojo derecho en solidaridad con una médica que recibió un disparo en el ojo de la policía en agosto de 2019.

La joyería Tiffany’s se vio obligada a retirar un anuncio de su cuenta en las redes sociales, cuando presentaba a una modelo cubriéndose el ojo con la mano derecha. Fue criticada por los chinos, quienes afirmaron que copiaba el gesto de “ojo por ojo” utilizado por los activistas de Hong Kong.
Hong Kong, SAR, 21 de Agosto, 2019. © Nicole Tung

El rostro de aquellos a los que aplaudimos durante el confinamiento

Erika, una enfermera que trabaja con pacientes de Covid-19 en el Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York. Erika nació en Brasil, inmigró hace 27 años y es ciudadana estadounidense. Vive en Carolina del Norte y se ofreció como voluntaria para ir a la ciudad de Nueva York, donde sintió que más la necesitaban.© Peter Turnley

Defenderse del narco en México

En Guerrero, México, tienen algo muy claro. O te defiendes tú del narco, o no te va a defender nadie. Así que cualquiera que pueda sostener un arma, tanto si tienes seis años como si llevas a un bebé a cuestas, la vas a coger.

Una madre que eligió unirse a la fuerza de autodefensa de su pueblo, Rincón de Cahutla, en Guerrero (Mexico). En un estado donde las comunidades indígenas históricamente han tenido que defenderse solas. Mujeres y niños de la comunidad de Rincón de Chautla, Guerrero,  decidieron unirse la policía. Desde principios de 2019, el pueblo ha sido atacado repetidamente por el cartel de «Los Ardillos», lo que obligó a los residentes a tomar medidas. Rincón de Chautla, Guerrero, 10 de junio de 2019. © Alfredo Bosco / Luz con el apoyo de Le Figaro Magazine Ganador del premio Visa d’or Humanitaria 2020 – Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)

Un río de plástico más

Uno más. Ya nos vamos acostumbrando a que el plástico nos llegue al cuello. Pero hace falta seguir mostrándolo.

El plástico y la basura que cubre la superficie del agua del río Estero de Vitas, en Filipinas, llegarán a la Bahía de Manila, a pocos kilómetros de distancia, y luego al Mar de China Meridional. Tondo, Manila, Filipinas. © James Whitlow Delano

Los últimos habitantes del lago

Los mohanas viven desde hace siglos en sus pequeños barcos en este lago de Pakistán. Ahora, las aguas residuales, llenas de pesticidas, vertidas al lago a lo largo de más de 30 años, lo han vuelto inhabitable.

En el lago Manchar, 350 km2 de agua dulce, solo quedan unas cuarenta casas flotantes de los últimos mohana. El lago Manchar es un lago artificial de Pakistán, en el río Indo. Pero desde los años 1970 se construyeron sumideros y canales que arrastran hasta el lago -a través del Right Bank Outfall Drain (RBOD)- las aguas residuales de los arrozales, llenas de abonos y pesticidas, así como los efluentes industriales y los de las alcantarillas de varias ciudades de la provincia de Sind, en el sudeste del país. • © Sarah Caron para Le Figaro Magazine.