Rusia ha publicado imágenes inéditas previamente clasificadas de la mayor explosión nuclear del mundo, en unas pruebas de la bomba de hidrógeno «Zar», la mayor de la historia

La bomba atómica que destruyó Hiroshima al final de la Segunda Guerra Mundial era de fisión. Su núcleo de uranio enriquecido, al alcanzar una masa crítica por medio de un detonador, provocaba una reacción en cadena que liberaba una cantidad de energía suficiente para asolar la ciudad japonesa, equivalente a 15.000 toneladas de TNT, o 15 kilotones.

La que estalla en estas imágenes es una bomba termonuclear o de fusión de hidrógeno, y su potencia es de 50 megatones (50.000 kilotones, más de 3.300 veces la potencia de la bomba atómica de Hiroshima. Fue detonada en octubre de 1961.

La detonación tuvo lugar durante un ensayo a 4.000 metros sobre el remoto archipiélago de Novaya Zemlya, sobre el Círculo Polar Ártico. La bola de fuego y la enorme nube en forma de hongo resultante de la explosión alcanzó 60 km. Las imágenes fueron capturadas desde varios ángulos por cámaras instaladas en el suelo y a bordo de dos aviones soviéticos.

El locutor dice «la prueba de una carga de hidrógeno excepcionalmente potente… confirmó que la Unión Soviética posee un arma termonuclear con una potencia de 50 megatones, 100 megatones y más». El documental ha sido publicado por primera vez por la Agencia Nuclear Estatal rusa Rosatom como parte de los eventos para celebrar el 75 aniversario del nacimiento de la industria atómica de Rusia.

Esta bomba de hidrógeno es la más grande jamás construida, desarrollada en plena guerra fría, entre 1956 y 1961. Se la denominó Tsar Boma (la reina de las bombas). El vídeo comienza con el mensaje «Top secret», y muestra desde el transporte del misil hasta las mediciones después de la lluvia radioactiva.

La bomba del zar superó con creces la mayor explosión de pruebas de los Estados Unidos en su historia, que se efectuó con una bomba de hidrógeno llamada «Castle Bravo» de 15 megatones en el atolón de Bikini en 1954.