Las personas poco atractivas tienden a sobreestimar su aspecto físico mientras que las personas atractivas tienden a subestimarlo

El nivel de atractivo de una persona tiene mucha más importancia en el día a día de lo que podemos imaginar. En estudios anteriores se ha comprobado que las personas más atractivas tienen más posibilidades de recibir ayuda por parte de los demás y menos posibilidades de ser castigadas en la infancia. Además, ante dos personas con las mismas habilidades y capacidad, la persona más atractiva será mejor valorada.

A pesar de la importancia del atractivo, tendemos a ser menos exigentes con el aspecto físico de lo que pensamos a la hora de encontrar pareja, pero cuando nos valorarnos a nosotros mismos, la cosa cambia.

Según un estudio publicado en Scandinavian Journal of Psychology, las personas que son objetivamente atractivas subestiman su belleza, y piensan que no lo son tanto. Por el contrario, las personas que son objetivamente poco atractivas, tienden a sobrevalorar su aspecto físico, y creerse más guapas.

Las personas poco atractivas mantienen una visión ilusoria de su propio atractivo, mientras que las personas atractivas se basan más en la realidad

Para la investigación, Tobias Greitemeyer, autor del estudio, hizo que los participantes calificasen su propio atractivo y que, más tarde, dos extraños calificaran en secreto el atractivo del participante. A la calificación de los dos extraños la denominó como «atractivo objetivo» y a la calificación que uno se hacía de sí mismo «atractivo subjetivo».

La investigación se basó en cinco estudios con participantes de diferentes campus universitarios y personas captadas en centros comerciales. Las valoraciones del «atractivo subjetivo» eran, por lo general, más altas que las del «atractivo objetivo».

“En general, los participantes poco atractivos se juzgaron a sí mismos como de atractivo medio y mostraron muy poca conciencia de que los extraños no compartían esta opinión», señala Greitemeyer. «Por lo tanto, parece que las personas poco atractivas mantienen autopercepciones ilusorias de su atractivo», concluye.

El estudio apunta a una explicación en esta discrepancia. Las personas poco atractivas tienen diferentes concepciones de la belleza que las personas atractivas. «Los participantes atractivos, cuando tenían que valorar a otras personas, diferenciaban entre atractivos y no atractivos», indica el autor. «Las personas poco atractivas no hacían esa distinción e incluso se decantaban más por las personas también poco atractivas.

Otra de las posibles razones es que las personas poco atractivas tienden a compararse con otras personas poco atractivas. Lo mismo les ocurría a las personas atractivas, que tendían a compararse más con personas más guapas.

REFERENCIAS

Unattractive people are unaware of their (un)attractiveness

Pretty pleases: The effects of physical attractiveness, race, and sex on receiving help

Reactions to a Child’s Mistakes as Affected by Her/His Looks and Speech

Beauty is talent: Task evaluation as a function of the performer’s physical attractiveness

Hombres y mujeres son menos exigentes con el aspecto físico de lo que pensamos