Un nuevo estudio revela que la propaganda política de los gobiernos autocráticos, como las monarquías absolutas o las dictaduras, provoca una disminución de las protestas ciudadanas
La propaganda política es la forma en la que muchos gobiernos, en el pasado y en la actualidad, informan a la población de una forma sesgada con el fin de influir en sus pensamientos y acciones.
Aunque la propaganda nació mucho antes, fue en el siglo XX, durante la I Guerra Mundial, cuando se desarrolló la propaganda de guerra contemporánea y se llevaron a cabo las primeras investigaciones sobre técnicas propagandísticas.
Durante la II Guerra Mundial, Joseph Goebbels, el ministro de propaganda del Tercer Reich en la Alemania nazi, desarrolló los principios fundamentales de la propaganda para que fuese efectiva.
Un nuevo estudio de la Universidad del Sur de California ha podido comprobar que Goebbels tenía razón. Revisando estudios a lo largo de la historia los investigadores observaron que la propaganda a favor del gobierno de los regímenes autocráticos reduce un 15% las posibilidades de protestas ciudadanas al día siguiente.
En la actualidad la propaganda sigue existiendo, pero en los países democráticos es más posible encontrar información que se oponga o cuestione el discurso del gobierno, en comparación con países donde hay poca libertad de prensa como China o Corea del Norte.
Cómo funciona la propaganda
La vida media de un mensaje de propaganda de los regímenes autocráticos es de cinco a diez días pero sus efectos son muy significativos en ese corto periodo de tiempo. Algo similar ocurre con los anuncios de campaña o los mensajes políticos en las democracias.
Los investigadores no tienen claro la causa de que las protestas disminuyan justo después de que se emita un mensaje de propaganda a favor del régimen. En el estudio barajan varias causas como que la propaganda haga efecto y convenza a la población, que los ciudadanos piensen que el régimen cuenta con más apoyo y cueste más iniciar acciones colectivas, o que la población piense que el gobierno ha aumentado su poder para reprimir las protestas.
El Partido Comunista Chino, por ejemplo, utiliza la frase «mantenimiento de la estabilidad social» en su propaganda como mensaje en clave para mostrar su compromiso de reprimir los disturbios.
El estudio también indica que la propaganda es más efectiva cuando perdura más en el tiempo. Esto consigue crear una realidad alternativa en la que los ciudadanos renunciarán a las convicciones que un día tuvieron.
REFERENCIAS
Propaganda and Protest in Autocracies
Propaganda y manipulación de masas en el siglo XX
Los bellísimos (y terribles) carteles de propaganda de Corea del Norte