Una investigación con un total de 8.000 personas muestra cuál de los cinco grandes rasgos de personalidad distingue a los superdotados

¿Cuándo se considera que una persona es superdotada? La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que una persona es superdotada cuando su cociente intelectual es igual o superior a 130 puntos.

Un niño con altas capacidades intelectuales suele tener dificultades en los centros educativos e incluso puede sentirse incomprendido y aislado, según un estudio llevado a cabo hace algunos años por el Hospital Infanta Cristina de Parla, el Hospital Nisa Pardo de Aravaca -ambos en Madrid- y el Centro Seta de Sevilla.

Las estadísticas más recientes del Ministerio de Educación y Formación Profesional sobre el curso 2017/2018 han identificado 34.113 alumnos con altas capacidades, de los 8.161.144 alumnos en total escolarizados en España. Esta cifra representa un porcentaje de apenas el 0,42% del total. Por lo tanto, 129.498 estudiantes superdotados están escolarizados en nuestro país, no están recibiendo educación específica y, muy probablemente, un 50% de estos alumnos acabarán en fracaso escolar, según los estudios del propio Ministerio.

¿Qué diferencia a las personas superdotadas de las que no lo son?

Los superdotados se sienten diferentes porque creen que nadie piensa como ellos sobre las cosas que les interesan. Es por eso que a veces ocultan sus talentos para evitar envidias. También experimentan emociones fuertes y tienen una personalidad perfeccionista, lo que puede acarrearles miedo al fracaso y que no quieran tomar decisiones importantes para no correr riesgos. En edades muy tempranas esto puede ser un verdadero problema, porque de niños les lleva a un aislamiento social, rebeldía y acoso escolar, como indica el primero de los informes.

Una nueva investigación publicada hace pocos días realizada por los investigadores Uzeyir Ogurlu y Adnan Özbey muestra un análisis de cómo encajan los superdotados dentro de los cinco grandes rasgos de la personalidad: extraversión, escrupulosidad, apertura a la experiencia, neuroticismo y amabilidad.

Los cinco rasgos básicos de la personalidad es una teoría desarrollada por DW Fiske (1949) y ampliada después por otros científicos, como Norman (1967), Smith (1967), Goldberg (1981) y McCrae & Costa (1987), y es la más utilizada hoy en día para describir una personalidad concreta.

La apertura a la experiencia y el talento

Los investigadores estudiaron a 8.000 personas y compararon las medidas de personalidad entre superdotados y no superdotados para ver qué rasgos estaban relacionados con el talento. No hubo muchas diferencias entre ambos grupos, pero la apertura a la experiencia sí se relacionó más con el talento.

Parece que la apertura a la experiencia es una parte muy importante de la inteligencia porque contribuye a la creatividad y a la capacidad de considerar múltiples opciones para resolver problemas y comprender situaciones complejas de la vida.

El sentido del humor puede ser un arma de doble filo porque a menudo sus bromas no se entienden

Este dato se ajusta perfectamente a las personas superdotadas, ya que tienen pensamientos complejos y divergentes, así como una gran habilidad para observar cosas en las que otros nunca se fijarían. También el sentido del humor, que puede ser un arma de doble filo porque a menudo sus bromas no se entienden.

Otro de los resultados interesantes de este último estudio es que el mayor neuroticismo -menos extraversión o menor amabilidad- no está relacionado con el talento.

Esta investigación puede servir para dar otro enfoque educativo, incluyendo una pedagogía enfocada a la imaginación y la creatividad, y para que la sociedad se beneficie del talento de estas personas superdotadas.

REFERENCIAS

Niños con altas capacidades intelectuales. Signos de alarma, perfil neuropsicológico y sus dificultades académicas

Informe Nacional sobre la educación de los superdotados 2020

Personality differences in gifted versus non-gifted individuals: A three-level meta-analysis