I Love NY. Es uno de los logotipos más famosos del mundo. Su historia cuenta cómo ayudo a cambiar la imagen de una ciudad sumida en una crisis absoluta

Rafa Mingorance, autor del canal de YouTube Diario Vivo Nueva York, explica en este vídeo el momento de abandono en el que se encontraba la Gran Manzana y cómo el logotipo I Love NY contribuyó a cambiar su imagen.

Texto de Rafa Mingorance

El logotipo ‘I love New York’ es uno de los gráficos más famosos de la historia. Para entender porqué nació y en qué circunstancias, nos tenemos que remontar a la década de los 70. En aquella época, Nueva York era una ciudad muy peligrosa. La basura se amontonaba en las calles y el índice de criminalidad se disparó hasta alcanzar los 1.700 homicidios anuales.

Los crímenes reales que se sucedieron, a lo largo de aquellos años, fueron la fuente de inspiración de muchas de las historias que Batman protagonizó en la mítica Gotham.

Si a todo esto le añadimos los robos y la presencia creciente del narcotráfico, es fácil suponer que la Gran Manzana se convirtió en un sitio muy cruel. Los crímenes reales que se sucedieron, a lo largo de aquellos años, fueron la fuente de inspiración de muchas de las historias que Batman protagonizó en la mítica Gotham.

La situación de Nueva York empeoró cuando, el 29 de octubre de 1975, el presidente de los Estados Unidos, Gerald Ford, negó a la ciudad un paquete federal de ayuda económica. Daba por perdida a la ‘Gran Manzana’ y lo dijo en un discurso que, al día siguiente, el diario Daily News llevó en portada bajo el título: ”Ford a la ciudad: muérete”. El rechazo que Nueva York provocaba en el presidente de los Estados Unidos causó tanto revuelo que dos meses después de pronunciar aquellas palabras, no le quedó más remedio que rectificar. Ford aprobó la concesión de los préstamos que tanto necesitaba la Gran Manzana. Pero puso una condición: que el dinero prestado se devolviera con intereses. Y así se hizo.

Ante el panorama tan desolador que se vivía en las calles de la ciudad, el departamento de comercio del Estado de Nueva York decidió que debía hacer algo para levantar el ánimo y el orgullo de los neoyorquinos. Por esa razón, contrató los servicios de Wells Rich Greene, una agencia de publicidad que se marcó un primer objetivo: vender la buena imagen de Broadway utilizando como lema ‘I love New York’.

Milton Glaser se encargó del diseño y no tiene los derechos de autor

Todos estaban de acuerdo en que esas cuatro palabras juntas creaban un concepto muy potente, pero no sabían cómo expresarlo de forma gráfica. ¿Quién podría resolver ese problema? Corría el año 1977 cuando al jefe del departamento de comercio, William S. Doyle, se le ocurrió una idea. Contratar los servicios de Milton Glaser, un dibujante y diseñador que se había hecho famoso con este cartel que incluía un disco de grandes éxitos de Bob Dylan publicado en 1966.

Y aquí es donde empieza una de las historias más fascinantes de Nueva York y también de la cultura pop. La idea inicial de Glaser fue escribir el eslogan ‘I love New York’ en dos líneas con una tipografía elegante y que llamara la atención. Lo anotó en un papel y se dio cuenta de que algo no funcionaba. Después de darle muchas vueltas, se le ocurrió la solución: prescindiría de las palabras New York para utilizar tan solo sus iniciales. Pero aún faltaba el corazón, la pieza clave del eslogan. ¿De dónde le vino a Glaser la inspiración? Un día iba en taxi por la ciudad haciendo garabatos en un papel y, de pronto, pensó en el lema que el estado de Virginia difundió en 1969: ‘Virginia is for Lovers’. Virginia es para los amantes.

Aquel corazón rojo fue la clave para crear el mítico ‘I love NY’ con la tipografía American Typewriter. Glaser ahora sí había conseguido su propósito: un logo sencillo, de gran impacto y que lo pudiera entender cualquier persona. La campaña promocional de ‘I love NY’ se diseñó para que durara dos meses, pero con los años ha llegado a convertirse en el reclamo publicitario más rentable de la historia de los Estados Unidos. En los años 80, se emitieron spots publicitarios en televisión donde aparecían artistas de Broadway y gente corriente que decidía pasar sus vacaciones en el Estado de Nueva York. El éxito fue inmediato. La campaña ayudó a recuperar la buena imagen que había perdido la ‘Gran Manzana’.

Lo curioso de esta historia es que Glaser nunca se hizo millonario con el logo. El Estado de Nueva York le pagó 2.000 dólares por el diseño y la producción. Nada más. Glaser nunca se quejó ni reclamó derechos de autor. Le hacía feliz ser uno de los protagonistas que ayudó a transformar por completo la imagen de la ciudad. El Estado de Nueva York es el propietario de los derechos de autor del logo ‘I love NY’ y ha emprendido centenares de acciones legales para evitar falsificaciones de todo tipo en camisetas, gorras, tazas, paraguas, llaveros, cualquier artículo que os podáis imaginar, hasta el más inverosímil.

En el diseño, se puede apreciar una mancha negra, en la parte izquierda del corazón, que pretende simbolizar el vacío que dejaron las Torres Gemelas del World Trade Center

Logo de Nueva York

Logo de Nueva York

Tras el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, Milton Glaser diseñó un nuevo símbolo: ‘I love NY More Than Ever’. Amo Nueva York más que nunca. En el diseño, se puede apreciar una mancha negra, en la parte izquierda del corazón, que pretende simbolizar el vacío que dejaron las Torres Gemelas del World Trade Center. Se pensó destinar los beneficios de la campaña a las personas afectadas por los atentados, pero aquí se produjo algo que nadie esperaba, ni tan siquiera el propio diseñador. El Estado de Nueva York amenazó con demandar a Milton Glaser por infracción de marca. Increíble. Fue una situación tan desconcertante y contradictoria que entristeció mucho al diseñador.

Una vez le preguntaron a Milton Glaser dónde residía el secreto de su famoso logo ‘I love NY’ y él respondió con una frase: “Si lo tienes que explicar es que no funciona”. Además, él estaba convencido de que su logo expresaba una verdad que iba mucho más allá de una simple campaña comercial. Lo que decía ‘I love NY’ representaba lo que la gente sentía, pero que era incapaz de expresar.