Un hueso fosilizado de una pierna con marcas de corte hechas con herramientas de piedra podría ser la primera prueba de que los antiguos humanos se masacraban y se comían unos a otros

El hueso de un homínido de 1,45 millones de años, descrito en la revista Nature Scientific Reports, presenta cortes similares a las marcas de carnicería halladas en huesos fosilizados de animales de la misma época. Los rasguños están situados en un lugar oportuno para extraer músculo, lo que sugiere que se hicieron con la intención de trocear el cadáver para obtener alimento.

«La conclusión más lógica es que, al igual que los demás animales, este homínido fue descuartizado para ser comido», afirma Briana Pobiner, coautora del estudio y paleoantropóloga del Instituto Smithsonian de Washington DC. El descubrimiento fue «chocante, sinceramente, y muy sorprendente, pero muy emocionante», añade.

¿Cortes, no mordiscos?

Pobiner había estado examinando una colección de fósiles en los Museos Nacionales de Kenia en Nairobi en busca de marcas de mordeduras de animales cuando encontró unas inesperadas marcas lineales de unos pocos milímetros de longitud en el fósil de una tibia perteneciente a una especie de homínido no identificada. Pobiner llegó a la conclusión de que los cortes no parecían mordeduras de animales, sino que se asemejaban a los que se sabe que hacen las herramientas de piedra.

fosil hueso

Las pequeñas marcas lineales de este hueso fosilizado de la pierna podrían haberse hecho con herramientas de piedra. Créditos: Jennifer Clark

Los investigadores tomaron impresiones de los cortes y las compararon con una base de datos de casi 900 marcas realizadas en huesos modernos con diversos métodos. Los investigadores llegaron a la conclusión de que dos de las 11 marcas eran de mordeduras de león, pero que las otras 9 se habían hecho con herramientas de piedra, lo que sugiere que un individuo podría haber descuartizado a otro. Los autores descartaron otros procesos de corte, como el desgaste o las manchas dejadas por personas que manipularon el hueso después de su descubrimiento. El color de las marcas coincide con el de la superficie del hueso, lo que indica que son de la misma edad.

En yacimientos de Europa y África se han encontrado pruebas anteriores de carnicería entre los homínidos. Entre ellas, cortes en un cráneo de homínido hallado en Sudáfrica que data de hace entre 1,5 y 2,6 millones de años, aunque los investigadores discrepan sobre la antigüedad del fósil y el origen de las marcas.

Comedores de carne

Según Jessica Thompson, paleoantropóloga de la Universidad de Yale en New Haven (Connecticut), el contexto y la posición de los arañazos en la tibia son importantes para entender por qué se hicieron.

Análisis anteriores en otros yacimientos arqueológicos descubrieron que en las antiguas sociedades de homínidos se podía haber extraído carne de los huesos por motivos rituales o funerarios. Pero estos comportamientos aún no se han observado en los homínidos hallados en Kenia en torno al Pleistoceno temprano. Además, las marcas están situadas donde empieza el músculo poplíteo de la pierna, cerca de la pantorrilla. Para hacer este corte, el cortador debió de extirpar primero el músculo gastrocnemio, más grande y probablemente una buena fuente de carne.

Si las marcas de corte son el resultado de la carnicería de los primeros humanos, no es posible decir si son un ejemplo de canibalismo, porque se desconoce la especie de la tibia. Sin embargo, los hallazgos permiten comprender mejor el comportamiento humano en la antigüedad, como los hábitos de recolección de alimentos.

E descubrimiento representa algo más que una simple historia de un suceso con marcas de haber sido devorado, sino que sugiere que los homínidos que utilizaban herramientas de piedra para descuartizar y consumir a otros homínidos son una parte de la vida de nuestros antepasados.

Sin embargo, Zeresenay Alemseged, paleoantropólogo de la Universidad de Chicago, advierte que estas conclusiones proceden de un solo fósil. Una investigación que analice los fósiles existentes y otros nuevos arrojaría luz sobre si los primeros homínidos mostraban este tipo de comportamiento.

REFERENCIA

Early Pleistocene cut marked hominin fossil from Koobi Fora, Kenya