El mundo de la nanotecnología es muy reciente, pero avanza a pasos agigantados. Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid, han conseguido aumentar y controlar la difusión de nanopartículas metalicas al dirigir en su dirección haces de luz.
Las nanopartículas de oro, por ejemplo, poseen un índice de refracción alto y si son sometidas a fuentes de luz, el calor de esta les permite destruir células cancerígenas. También se está investigando con nanopartículas de plata que gracias a sus propiedades antivirales y antibacterianas, pueden inhibir la replicación de ciertos virus.
Lo interesante de la investigación es que las nanopartículas podrían ser dirigidas hacia un punto preciso. Los investigadores descubrieron que al enviar dos haces de luz, las nanopartículas se desplazan con facilidad a través de medios densos como las mucosas. Pero si se le agrega una tercera fuente lumínica, se puede determinar la dirección de las nanopartículas. De este modo ciertos medicamentos podrían entrar al cuerpo directamente a través de las membranas.
Redacción QUO